Pruebas no invasivas para diagnóstico de enfermedades hepáticas podrían moldear la atención clínica futura
Por el equipo editorial de LabMedica en español Actualizado el 15 Jun 2022 |
La enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA) se encuentra entre los trastornos hepáticos crónicos más prevalentes en todo el mundo y, en ocasiones, puede provocar afecciones graves como la cirrosis y el carcinoma hepatocelular (CHC). Como tal, la evaluación temprana de la gravedad de la EHGNA es esencial para una intervención oportuna. La esteatohepatitis no alcohólica (ENA) y la fibrosis hepática son dos factores importantes que determinan la progresión de la EHGNA y la probabilidad de desarrollar cirrosis, respectivamente. Hasta el momento, la biopsia hepática ha sido el método más ampliamente reconocido para diagnosticar y evaluar la ENA y fibrosis. Sin embargo, es un procedimiento invasivo que es susceptible al sesgo del observador y a una estandarización subóptima. En consecuencia, estudios recientes se han centrado en explorar pruebas no invasivas para la EHGNA, ENA y fibrosis, para aplicaciones clínicas. Ahora, los investigadores recopilaron desarrollos recientes en la evaluación de la EHGNA y analizaron los beneficios y las limitaciones de los nuevos métodos en una revisión disponible en línea.
En su revisión publicada en línea, investigadores de la Universidad China de Hong Kong (GUHK, Hong Kong, China) aclararon que existen dos tipos principales de pruebas no invasivas: pruebas de biomarcadores en sangre y métodos de imágenes. Las pruebas en sangre, con paneles de múltiples biomarcadores, pueden medir y evaluar los procesos biológicos en el hígado con una precisión decente. Pueden ser útiles para el diagnóstico inicial de trastornos hepáticos, ya que son más accesibles y económicas en comparación con los métodos de imagen. Por ejemplo, el índice de fibrosis-4 y el panel mejorado de fibrosis hepática son pruebas de biomarcadores prometedoras para detectar fibrosis avanzada y predecir su progresión. Sin embargo, algunas de estas pruebas están influenciadas por la edad y el sexo y tienen una eficacia limitada en la estadificación de los trastornos hepáticos.
Los métodos de imagen han demostrado ser más precisos para detectar y evaluar la gravedad de los trastornos hepáticos. Por ejemplo, la fracción de grasa de densidad de protones de imágenes por resonancia magnética detecta lla EHGNA y la ENA con alta precisión, y también estratifica la gravedad de la ENA. De manera similar, las imágenes de ultrasonido basadas en aprendizaje automático están ganando popularidad para detectar y cuantificar la EHGNA de manera efectiva. Las técnicas de imagen como la elastografía transitoria, el impulso de fuerza de radiación acústica y la elastografía por resonancia magnética pueden medir con precisión la rigidez del hígado, que es un indicador de fibrosis. Sin embargo, estos métodos suelen ser costosos, tienen una disponibilidad limitada, carecen de una validación generalizada y pueden requerir operadores experimentados.
Los investigadores sugieren que se requiere más estudios para determinar la eficacia de estos métodos de prueba en diferentes contextos clínicos y evaluar su importancia para identificar a los pacientes que necesitan tratamiento y monitorear la respuesta al tratamiento. Sin embargo, tener demasiadas opciones puede no ser siempre algo malo cuando se trata de estar un paso por delante de enfermedades graves. Según los investigadores, cuando estén disponibles nuevos medicamentos para la ENA, habrá una necesidad urgente de aplicar pruebas no invasivas para identificar a los pacientes que necesitan tratamiento y monitorear la respuesta al tratamiento. Los datos sobre el rendimiento de las pruebas no invasivas en los actuales ensayos clínicos de fase 3 serán fundamentales para moldear a la atención clínica en los próximos años.
“La evidencia acumulada apunta a diferentes pruebas no invasivas para diagnosticar la EHGNA, evaluar su gravedad y predecir su pronóstico. Revisamos la literatura reciente y resumimos las características clave de cada prueba”, explicó el profesor Vincent Wai-Sun Wong, autor correspondiente del estudio. “En última instancia, la selección de las pruebas adecuadas para evaluar los trastornos hepáticos es contextual. La disponibilidad, el costo y la experiencia local son factores clave a considerar al establecer una vía de atención clínica para la EHGNA”.
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Universidad China de Hong Kong
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