Asocian ADN tumoral circulante con la recurrencia de cáncer de mama triple negativo
Por el equipo editorial de LabMedica en español Actualizado el 29 Jul 2020 |
Imagen: Los ensayos de biopsia líquida, FoundationOne, se utilizaron para estudiar la asociación del ADN tumoral circulante y las células tumorales circulantes después de la quimioterapia neoadyuvante, con la recurrencia de la enfermedad, en pacientes con cáncer de mama triple negativo (Fotografía cortesía de Foundation Medicine).
Las pacientes con cáncer de mama triple negativo (TNBC) en etapa temprana son tratadas frecuentemente con quimioterapia neoadyuvante, en función del mayor riesgo de recurrencia y muerte asociadas con esta categoría de tumores.
Un subconjunto de estas pacientes continúa viviendo sin recurrencia, pero un número significativo ve que su enfermedad regresa a pesar de esta quimioterapia adicional. Las pruebas genómicas basadas en sangre, o biopsia líquida, se han vuelto rápidamente populares entre las pacientes con TNBC y otros tipos de cáncer para identificar a aquellas que pueden tener cáncer residual presente y cuyo resultado podría mejorarse con tratamientos nuevos o existentes.
Un equipo de científicos medianos de diferentes universidades y dirigido por los del Centro de Cáncer de la Universidad de Indiana (Indianápolis, IN, EUA), realizó un estudio utilizando datos de 196 pacientes de sexo femenino en BRE12-158, un ensayo clínico, multicéntrico, de fase 2, aleatorizado que dividió al azar a las pacientes con TNBC en estadio temprano que tenían enfermedad residual después de la quimioterapia neoadyuvante para recibir terapia genómica dirigida postneoadyuvante, versus tratamiento de elección del médico.
A los pacientes se les recogieron muestras de sangre para ADN tumoral circulante (ADNc) y células tumorales circulantes (CTC) en el momento de la asignación del tratamiento; el análisis de ADNc con la supervivencia se realizó para 142 pacientes y también se realizó el análisis de las CTC con la supervivencia para 123 pacientes. La mediana de seguimiento clínico fue de 17,2 meses (rango, 0,3-58,3 meses). El ADNc fue secuenciado con el Ensayo FoundationACT o FoundationOneLiquid (Foundation Medicine, Cambridge, MA, EUA) y las CTC se enumeraron mediante un dispositivo microfluídico de selección positiva basado en la molécula de adhesión celular epitelial (EpCAM).
Los científicos informaron que para las 112 pacientes para las que estaban disponibles los resultados de ADNc y CTC, no hubo una asociación significativa entre la positividad de las CTC y la positividad del ADNc. En otras palabras, algunos pacientes fueron positivos para un marcador y no para el otro. Como resultado, la sensibilidad para detectar recurrencias en la cohorte fue mayor cuando se consideraron ambos marcadores: la sensibilidad a la ERM fue del 79% solo con ADNc, 62% con CTC solo y 90% cuando se combinaron.
Los pacientes que fueron positivas tanto para el ADNc como para las CTC tuvieron una supervivencia libre de enfermedad (SLE) distante significativamente inferior en comparación con aquellos que fueron doblemente negativas. A los 24 meses, la probabilidad de SLE a distancia fue del 52% para las pacientes que fueron positivas para ambos biomarcadores en comparación con el 89% para las que fueron negativas. Se observaron tendencias similares para la SLE no distante y para la supervivencia general. El estudio fue publicado el 9 de julio de 2020 en la revista JAMA Oncology.
Enlace relacionado:
Centro de Cáncer de la Universidad de Indiana
Foundation Medicine
Un subconjunto de estas pacientes continúa viviendo sin recurrencia, pero un número significativo ve que su enfermedad regresa a pesar de esta quimioterapia adicional. Las pruebas genómicas basadas en sangre, o biopsia líquida, se han vuelto rápidamente populares entre las pacientes con TNBC y otros tipos de cáncer para identificar a aquellas que pueden tener cáncer residual presente y cuyo resultado podría mejorarse con tratamientos nuevos o existentes.
Un equipo de científicos medianos de diferentes universidades y dirigido por los del Centro de Cáncer de la Universidad de Indiana (Indianápolis, IN, EUA), realizó un estudio utilizando datos de 196 pacientes de sexo femenino en BRE12-158, un ensayo clínico, multicéntrico, de fase 2, aleatorizado que dividió al azar a las pacientes con TNBC en estadio temprano que tenían enfermedad residual después de la quimioterapia neoadyuvante para recibir terapia genómica dirigida postneoadyuvante, versus tratamiento de elección del médico.
A los pacientes se les recogieron muestras de sangre para ADN tumoral circulante (ADNc) y células tumorales circulantes (CTC) en el momento de la asignación del tratamiento; el análisis de ADNc con la supervivencia se realizó para 142 pacientes y también se realizó el análisis de las CTC con la supervivencia para 123 pacientes. La mediana de seguimiento clínico fue de 17,2 meses (rango, 0,3-58,3 meses). El ADNc fue secuenciado con el Ensayo FoundationACT o FoundationOneLiquid (Foundation Medicine, Cambridge, MA, EUA) y las CTC se enumeraron mediante un dispositivo microfluídico de selección positiva basado en la molécula de adhesión celular epitelial (EpCAM).
Los científicos informaron que para las 112 pacientes para las que estaban disponibles los resultados de ADNc y CTC, no hubo una asociación significativa entre la positividad de las CTC y la positividad del ADNc. En otras palabras, algunos pacientes fueron positivos para un marcador y no para el otro. Como resultado, la sensibilidad para detectar recurrencias en la cohorte fue mayor cuando se consideraron ambos marcadores: la sensibilidad a la ERM fue del 79% solo con ADNc, 62% con CTC solo y 90% cuando se combinaron.
Los pacientes que fueron positivas tanto para el ADNc como para las CTC tuvieron una supervivencia libre de enfermedad (SLE) distante significativamente inferior en comparación con aquellos que fueron doblemente negativas. A los 24 meses, la probabilidad de SLE a distancia fue del 52% para las pacientes que fueron positivas para ambos biomarcadores en comparación con el 89% para las que fueron negativas. Se observaron tendencias similares para la SLE no distante y para la supervivencia general. El estudio fue publicado el 9 de julio de 2020 en la revista JAMA Oncology.
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Centro de Cáncer de la Universidad de Indiana
Foundation Medicine
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