Nueva prueba rápida identifica con precisión eosinófilos en esputo para guiar tratamiento del asma

Tras años de extensa investigación sobre las causas fundamentales del asma y otras enfermedades respiratorias, un grupo de científicos ha desarrollado una prueba diagnóstica simple y rápida capaz de identificar un causante clave del asma grave.

Investigadores de la Universidad McMaster (Hamilton, ON, Canadá) y St. Joseph's Healthcare Hamilton (Ontario, Canadá) han encabezado el desarrollo de una nueva prueba rápida que detecta de forma rápida y precisa los eosinófilos, un tipo de glóbulo blanco, mediante la identificación de sus firmas proteicas, incluso en muestras biológicas complejas como el esputo. El acceso rápido a esta información confiable sobre los eosinófilos puede ayudar a los médicos a tomar decisiones críticas sobre el cuidado del paciente. La prueba se parece a la conocida prueba casera de COVID-19, lo que permite una fácil adaptación para su producción a gran escala una vez aprobada para su aplicación clínica.

Los investigadores crearon esta prueba mediante el desarrollo de un componente dirigido a proteínas llamado ADNzima y modificándolo para usarlo en la prueba rápida. Las ADNzimas, aisladas por primera vez en 1994, se han utilizado principalmente para detectar metales u objetivos bacterianos. Nadie había logrado antes aprovechar las ADNzimas para apuntar a marcadores de proteínas específicos. Habiendo superado este desafío, los investigadores ahora creen que esta plataforma de prueba podría adaptarse para identificar cualquier material derivado biológicamente a través de su firma proteica.

El equipo ahora está planeando una prueba clínica integral para esta nueva prueba, lo que marca el siguiente paso crucial hacia su lanzamiento al mercado. Una prueba diagnóstica rápida para detectar niveles elevados de eosinófilos podría ayudar a los médicos a tomar decisiones informadas sobre la administración de medicamentos como esteroides o nuevos tratamientos biológicos a pacientes que padecen asma grave y otras afecciones pulmonares relacionadas con la eosinofilia, incluida la tos severa y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Además, la prueba podría ayudar a frenar el uso innecesario de antibióticos.

“Esta prueba y otras similares pueden tener el tipo de impacto duradero y significativo que mejorará o incluso salvará muchas vidas”, dijo John Brennan, director del Instituto de Biointerfaces de McMaster.

Enlaces relacionados:
Universidad McMaster
St. Joseph’s Healthcare Hamilton

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