Agrupación espacial del Chagas ayuda con tamizaje en Perú
Por el equipo editorial de Labmedica en Español
Actualizado el 19 May 2008
Una nueva estrategia de detección temprana dirigida podría hacer que el diagnostico y tratamiento de la enfermedad de Chagas fuera más factible en los sitios con pocos recursos. La estrategia se basa en un estudio que encontró que las casas con niños infectados se agrupaban significativamente alrededor de sí mismas.Actualizado el 19 May 2008
El Trypanosoma cruzi, el parásito unicelular que produce la enfermedad de Chagas es transmitida por los chinches triatomina que infestan las casas en las comunidades pobres. La enfermedad que infecta aproximadamente 11 millones de personas en América Latina, mata más personas que cualquier otra enfermedad parasitaria en las Américas.
Los programas de control de enfermedad de Chagas se han concentrado tradicionalmente en interrumpir la transmisión del T. cruzi, mediante medidas de control de vectores (como la fumigación con insecticidas), en lugar de detectar los casos activos y el tratamiento específico de las personas infectadas. Aunque las acciones de control han reducido la zona geográfica y la prevalencia de los vectores triatominos principales, si no se le pone atención al diagnóstico oportuno de los infectados, se pierde la ventana de oportunidad para los tratamientos efectivos (como las drogas antiparasitarias).
Un nuevo estudio ha demostrado una estrategia alternativa de tamizaje que podría ser potencialmente más eficiente, rentable y viable en las regiones de bajos recursos, con presencia de la enfermedad.
Michael Levy de la Universidad Emory (Atlanta, GA, EUA), los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC; Atlanta, GA, EUA), y actualmente en el Centro Internacional Fogarty de los Institutos Nacionales de Salud (NIH; Bethesda, MD, EUA), y colegas, realizaron una encuesta serológica en niños de 2 a 18 años, que viven en una comunidad peri-urbana de Arequipa, Perú, donde una campaña de control de vectores está afectando actualmente la transmisión de T. cruzi. Encontraron que el 5,3% de los niños ya se habían infectado al momento en que sus hogares fueron fumigados con insecticida. También encontraron que los hogares con niños infectados se agrupaban espacialmente entre sí.
Los hallazgos se relacionaron con datos obtenidos durante la campaña de control de vectores, incluyendo datos entomológicos, espaciales y de censo. Encontraron que el uso de datos para dirigir las pruebas diagnósticas habría identificado más del 83% de los niños infectados, haciendo los ensayos en apenas el 22% de los niños elegibles (solamente se tendrían que analizar el 22% debido a la forma como los hogares con niños infectados se agrupan).
Una razón importante para las bajas tasas de tratamiento en América Latina es que los servicios de salud y los programas de control carecen de recursos suficientes para una tamización completa de sangre y el tratamiento supervisado en la mayoría de las áreas afectadas. El estudio de Michael Levy mostró que los datos obtenidos durante una campaña en curso de fumigación en el área urbana podía ser usada para identificar a los niños con mayor riesgo de infección con T. cruzi.
Enlaces relationados:
Emory University
Centers for Disease Control and Prevention
Fogarty International Center of the National Institutes of Health