Modelo mide exposición a radiación en sangre para tratamientos precisos contra cáncer
Actualizado el 26 Aug 2025
Los científicos se han centrado durante mucho tiempo en proteger los órganos cercanos a los tumores durante la radioterapia, pero la sangre, un tejido vital y circulante, se ha excluido en gran medida de los cálculos de dosis. Cada célula sanguínea que pasa por un campo de radiación absorbe pequeñas cantidades de energía que, acumuladas, pueden debilitar el sistema inmunitario o provocar toxicidad hematológica. Un nuevo modelo ofrece ahora una forma de medir esta exposición y mejorar la seguridad del tratamiento del cáncer.
Investigadores de la Universidad de Navarra (Pamplona, España) han desarrollado el método FLIP-HEDOS, la primera herramienta para cuantificar la radiación absorbida por la sangre durante la terapia. Al combinar la anatomía del paciente, datos de circulación sanguínea y planes de radioterapia, simula cuándo y cuánta sangre se irradia. Este enfoque considera la sangre como un órgano en riesgo e integra conocimientos de física, oncología e ingeniería para guiar la planificación personalizada de la radioterapia.
Los investigadores realizaron un estudio junto con médicos clínicos para validar el marco en un entorno clínico real. Los resultados mostraron que factores como la proximidad del tumor a los vasos sanguíneos principales, el tipo de radiación aplicada y las variaciones en el gasto cardíaco influyeron significativamente en la irradiación sanguínea. Los hallazgos enfatizan que incluso dosis bajas pueden dañar los linfocitos, lo que afecta la respuesta inmunitaria durante el tratamiento del cáncer.
FLIP-HEDOS ha obtenido reconocimiento en importantes foros internacionales, como la Sociedad Europea de Radioterapia y Oncología (ESTRO) en Austria (mayo de 2025), la Conferencia de la Sociedad de Investigación de Radiación en EUA (septiembre de 2024) y la Sociedad Española de Física Médica (mayo de 2025). Parte del trabajo también se ha publicado en revistas como Radiation Physics and Chemistry, Physics in Medicine & Biology y Clinical Cancer Research. Estos logros destacan la credibilidad de la herramienta y su potencial papel en el avance de la oncología radioterápica.
Más allá de la planificación de la radioterapia, el método podría aplicarse para simular la distribución de fármacos o radiofármacos y evaluar estrategias de radioprotección. Modelar la exposición acumulada crea oportunidades para optimizar los programas de tratamiento y la dirección del haz para reducir el daño sanguíneo. Los investigadores lo consideran un cambio de paradigma hacia la protección del sistema inmunitario y la mejora de la calidad de vida de los pacientes en oncología de precisión.
“Considerar la sangre como un órgano dinámico que debe protegerse representa un cambio de paradigma en la radioterapia moderna”, afirmó el profesor Javier Burguete, catedrático de Física Médica y Biofísica de la Universidad de Navarra y director de la tesis. “Esta investigación no solo responde a una necesidad científica, sino también a un imperativo clínico: ofrecer tratamientos más seguros sin comprometer la eficacia oncológica”.