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Simple análisis de sangre predice mejor riesgo de enfermedad cardíaca

Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 28 Apr 2025

Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la principal causa de muerte en todo el mundo. Una gran proporción de estos casos podría prevenirse abordando factores ambientales y de estilo de vida como el tabaquismo, la mala alimentación y la falta de actividad física. La identificación temprana de los factores de riesgo es crucial para iniciar medidas preventivas o estrategias de manejo eficaces. Uno de los principales factores de riesgo modificables para las enfermedades cardiovasculares es el colesterol alto en sangre. El colesterol es una sustancia similar a la grasa presente en la sangre que desempeña un papel crucial en la formación de células y la producción de ciertas vitaminas y hormonas. Sin embargo, cuando los niveles de colesterol se elevan excesivamente, puede acumularse en las paredes de los vasos sanguíneos, formando depósitos conocidos como placas. Si una placa se rompe, puede provocar la rápida formación de un coágulo que obstruye el vaso, lo que podría causar un infarto o un derrame cerebral. El colesterol y otras grasas son transportados por la sangre por unas partículas especializadas llamadas lipoproteínas, que se clasifican en cuatro tipos principales. Tres de estos tipos tienen una proteína específica en su superficie llamada apolipoproteína B (apoB). Cuando estas lipoproteínas están presentes en exceso, pueden depositar colesterol en las paredes de los vasos sanguíneos, lo que produce lo que comúnmente se conoce como «colesterol malo». En cambio, la cuarta clase de lipoproteínas ayuda a eliminar el exceso de colesterol del torrente sanguíneo y lo transporta de vuelta al hígado, a menudo denominado «colesterol bueno» debido a sus efectos protectores.

Durante casi 60 años, la medición de los niveles de colesterol en sangre ha sido el método estándar para identificar a las personas con alto riesgo de enfermedad cardiovascular. Para evaluar el riesgo a corto plazo de enfermedad cardíaca, los médicos suelen evaluar si los niveles de partículas de "colesterol malo" son lo suficientemente altos como para suponer un riesgo. Esto se realiza habitualmente midiendo los niveles de colesterol en una muestra de sangre. Sin embargo, dado que el colesterol no puede circular ni causar daño sin su transportador lipoproteico, los investigadores se han centrado cada vez más en la medición de las lipoproteínas responsables de transportar el "colesterol malo", ya que se consideran un mejor predictor del riesgo futuro de enfermedad cardiovascular. En un nuevo estudio dirigido por la Universidad Tecnológica de Chalmers (Gotemburgo, Suecia) y la Universidad de Harvard (Cambridge, MA, EUA), los investigadores han demostrado que una combinación de dos marcadores lipoproteicos, medidos en un simple análisis de sangre, puede proporcionar información más precisa sobre el riesgo de enfermedad cardíaca de una persona que la prueba de colesterol tradicional, lo que podría salvar vidas.


Imagen: un gráfico que muestra los tres tipos de portadores de lipoproteínas de "colesterol malo" que contienen todos la partícula apoB  como una característica estructural definitoria (foto cortesía de Jakub Morze/Chalmers)
Imagen: un gráfico que muestra los tres tipos de portadores de lipoproteínas de "colesterol malo" que contienen todos la partícula apoB como una característica estructural definitoria (foto cortesía de Jakub Morze/Chalmers)

En su estudio, los investigadores analizaron muestras de sangre de más de 200.000 personas del Biobanco del Reino Unido, todas ellas sin antecedentes de cardiopatías, para medir la cantidad y el tamaño de las diferentes lipoproteínas transportadoras de colesterol. Se centraron específicamente en las lipoproteínas que transportan una proteína llamada apoB, presente en todos los portadores de "colesterol malo". Mediante el seguimiento de los participantes durante hasta 15 años, identificaron los patrones de tipos y tamaños de lipoproteínas más fuertemente asociados con futuros ataques cardíacos. Estos hallazgos clave se validaron en un estudio de cohorte sueco independiente llamado "Simpler". La combinación de perfiles sanguíneos avanzados, datos prospectivos a gran escala y replicación independiente proporcionó la evaluación más completa de cómo las lipoproteínas de "colesterol malo" contribuyen al desarrollo de cardiopatías. Los investigadores concluyeron que la apoB era el marcador más fiable para evaluar el riesgo de cardiopatía.

Los investigadores descubrieron que la cantidad total de lipoproteínas de colesterol malo era el factor más crucial para determinar el riesgo de padecer enfermedades cardíacas en el futuro. Otros factores, como el tamaño o el tipo de lipoproteína, tuvieron un impacto mínimo en el riesgo general. Sin embargo, el estudio también reveló que otro tipo de lipoproteína de colesterol malo, llamada lipoproteína(a), desempeña un papel importante y también debe medirse. Los niveles de lipoproteína(a) se heredan en gran medida genéticamente en la mayoría de las personas y suelen representar menos del 1 % de todas las lipoproteínas de colesterol malo en la población general. Sin embargo, en ciertas personas, estos niveles pueden ser extremadamente altos, lo que aumenta considerablemente el riesgo de enfermedades cardíacas.

Descubrimos que la apoB es el mejor marcador para evaluar el riesgo de enfermedad cardíaca. Dado que la apoB indica el número total de partículas de colesterol malo, su medición ofrece una prueba más precisa que las mediciones estándar de colesterol. Esto no significa que las pruebas convencionales sean ineficaces; generalmente funcionan bien, afirmó Jakub Morze, autor principal del estudio e investigador postdoctoral en Chalmers. Sin embargo, en aproximadamente uno de cada doce pacientes, las pruebas estándar de colesterol pueden subestimar el riesgo de enfermedad cardíaca, lo cual es importante considerar, ya que entre el 20 % y el 40 % de los casos iniciales de ECV son mortales. Al optar por las pruebas de apoB, podemos mejorar esa precisión y, potencialmente, salvar vidas.

Nuestros resultados indican que el recuento de partículas de apoB podría eventualmente reemplazar la prueba estándar de colesterol en sangre en la investigación y la atención médica a nivel mundial, y que también es necesario analizar la lipoproteína(a) para obtener una mejor visión del riesgo de ECV relacionado con los lípidos. El análisis de sangre para estos dos marcadores ya está disponible comercialmente y sería económico y fácil de implementar, añadió Clemens Wittenbecher, uno de los autores del estudio y profesor adjunto de Medicina de Precisión y Diagnóstico en Chalmers.

Enlaces relacionados:
Universidad Tecnológica de Chalmers
Universidad de Harvard


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