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Analizan determinantes lipidómicos para neuropatía diabética humana

Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 12 Oct 2022

La neuropatía periférica es una complicación común de la diabetes tipo 2, cuya prevalencia oscila entre el 10 % y más del 50 % en varias cohortes. Los síntomas de la neuropatía periférica se manifiestan como una pérdida de sensibilidad y dolor de una manera dependiente de la duración. La neuropatía periférica en la diabetes tipo 2 sigue siendo recalcitrante al tratamiento eficaz; el control de la glucosa previene sólo marginalmente la aparición y el desarrollo de la neuropatía.

Numerosos estudios han proporcionado evidencia de que la obesidad y la dislipemia son factores de riesgo importantes de neuropatía, independientes, incluso, del estado glucémico. En estas investigaciones, las mediciones se limitaron a un perfil lipídico básico. Los recientes avances en espectrometría de masas permiten la identificación y cuantificación de una variedad más amplia de lípidos, denominada lipidoma, a partir de muestras biológicas.


Imagen: El espectrómetro de masas Thermo Fisher Scientific Orbitrap Velos cuenta con tecnología de trampa de iones lineal de doble presión que ofrece mayor sensibilidad y rango dinámico con máxima solidez (Fotografía cortesía de la Universidad de Michigan)
Imagen: El espectrómetro de masas Thermo Fisher Scientific Orbitrap Velos cuenta con tecnología de trampa de iones lineal de doble presión que ofrece mayor sensibilidad y rango dinámico con máxima solidez (Fotografía cortesía de la Universidad de Michigan)

Neurólogos de la Universidad de Michigan (Ann Arbor, MI, EUA) y sus colegas, realizaron un estudio de 17 hombres y 52 mujeres con una edad media de 45 ± 9 años con diabetes tipo 2, de la comunidad india del río Gila. La neuropatía se evaluó 10 años más tarde mediante el examen combinado del Instrumento de detección de neuropatía de Michigan (MNSI) y las puntuaciones del cuestionario. Se calculó un índice MNSI combinado a partir de las puntuaciones del examen y del cuestionario.

Se prepararon muestras y se cuantificaron los lípidos de 18 clases según los protocolos publicados, mediante espectrometría de masas. Se cuantificaron 435 lípidos de las 18 clases. Se eliminaron las clases que consistían en dos o menos especies de lípidos (monoacilgliceroles, plasmenil-fosfatidilcolinas, ácidos fosfatídicos, fosfatidilgliceroles, fosfatidilserinas y fosfatos de ceramida). Después de combinar los diferentes aductos de espectrometría de masas de la misma característica, se incluyeron 236 lípidos únicos en el análisis final.

Los investigadores estratificaron a los participantes con (puntaje del índice MNSI alto > 2,5407) versus sin neuropatía (puntaje del índice MNSI bajo ≤ 2,5407). Disminución significativa de las acilcarnitinas de cadena media y aumento de los ácidos grasos libres totales, independientemente de la longitud y la saturación de la cadena, en el suero al inicio del estudio asociado con neuropatía periférica incidente en el seguimiento, es decir, los participantes tenían puntajes altos en el índice MNSI, independientemente de las covariables. Los participantes con neuropatía también tenían fosfatidilcolinas reducidas y aumento en las lisofosfatidilcolinas al inicio del estudio, independientemente de la longitud y la saturación de la cadena. La abundancia de otras clases de lípidos no difirió significativamente según el estado de neuropatía.

Eva L. Feldman, MD, PhD, profesora de neurología y autora principal del estudio, dijo: “Tenemos el potencial de probar estos biomarcadores de lípidos en pacientes con diabetes tipo 2 para identificar a aquellos con el mayor riesgo de desarrollar neuropatía periférica y facilitar un manejo más enfocado de esos pacientes. Nuestros hallazgos respaldan el concepto de que las grasas saludables no saturadas son una mejor fuente de energía para los nervios que las grasas altamente saturadas. Recomendamos enfáticamente una dieta de tipo mediterráneo para mantener un sistema nervioso saludable”.

Los autores concluyeron que las diferencias de abundancia agregada en las acilcarnitinas de cadena media circulantes, los ácidos grasos libres, las fosfatidilcolinas y las lisofosfatidilcolinas, al principio del curso de la enfermedad, están relacionadas con el desarrollo posterior de la neuropatía diabética tipo 2 humana. El estudio se publicó en la edición de septiembre de 2022 de la revista Annals of Clinical and Translational Neurology.

Enlaces relacionados:
Universidad de Michigan


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