Claves genéticas asocian lipoproteína A al riesgo de cáncer de próstata
Actualizado el 10 Feb 2022
Algunos factores asociados a un mayor riesgo de cáncer de próstata (CaP) no se pueden modificar, como la edad avanzada y la ascendencia africana. Mientras tanto, otros factores de riesgo para la forma agresiva de la enfermedad, como el tabaquismo y la obesidad, pueden ser modificados potencialmente.
Las terapias hipolipemiantes son baratas y están bien establecidas para reducir el riesgo cardiovascular. Sin embargo, no hay pruebas concluyentes de que los fármacos hipolipemiantes reutilizados sean efectivos para la prevención del CaP. Por lo tanto, es importante determinar si los lípidos en sangre aumentan el riesgo de CaP, especialmente la enfermedad letal.
Un equipo internacional que incluía epidemiólogos del cáncer y dirigido por los del Colegio Imperial de Londres (Londres, Reino Unido), analizó los vínculos entre el riesgo de cáncer de próstata y varios lípidos en la sangre: a saber, la lipoproteína A (Lp(a)), el colesterol de lipoproteínas de baja densidad, el colesterol de lipoproteínas de alta densidad, los triglicéridos y las apolipoproteínas A y B.
El estudio empleó un método conocido como aleatorización mendeliana, que aprovecha la aleatoriedad inherente del proceso genético de la meiosis para aumentar la validez de un análisis. Entonces, en lugar de considerar mediciones directas de los lípidos en el torrente sanguíneo, el equipo evaluó las variaciones en las secuencias de ADN de los individuos asociadas con diferentes niveles de lípidos en la sangre. Luego, analizaron si estas variantes genéticas estaban estadísticamente relacionadas con el riesgo de cáncer de próstata.
Los investigadores informaron que su análisis mostró que las variantes genéticas que predicen niveles sanguíneos más altos de lipoproteína A se asociaron con un mayor riesgo general de cáncer de próstata y también con un mayor riesgo de cáncer de próstata avanzado o de aparición temprana. No encontraron asociaciones significativas para ninguno de los otros lípidos sanguíneos. Estos hallazgos sugieren la posibilidad de que se puedan desarrollar o reutilizar los medicamentos reductores de la lipoproteína A para reducir el riesgo de cáncer de próstata en algunas personas.
Los autores concluyeron que los hallazgos de este estudio apuntan hacia una asociación positiva entre las concentraciones de Lp(a) predichas genéticamente y el riesgo de CaP total, avanzado y de aparición temprana. La detección de concentraciones altas de Lp(a) posiblemente podría ser investigada en el futuro para identificar grupos de alto riesgo de CaP. Dado que las concentraciones de Lp(a) dependen significativamente de la genética, la modificación de los niveles de Lp(a) se puede lograr mediante el desarrollo de fármacos reductores de Lp(a) que podrían estar en el horizonte. El estudio se publicó el 27 de enero de 2022 en la revista PLOS Medicine.
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Colegio Imperial de Londres