Asocian los perfiles lipídicos durante la gestación con riesgos cardiovasculares adversos

Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 11 Jan 2021
Se ha propuesto el embarazo como una “prueba de esfuerzo” natural para predecir el riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) posteriormente en la vida. El efecto a largo plazo de la presión arterial alta durante el embarazo está bien establecido. Las mujeres que desarrollan un trastorno hipertensivo del embarazo, como hipertensión gestacional o preeclampsia, tienen un riesgo de 2 a 8 veces mayor de desarrollar hipertensión crónica y otras enfermedades.

En el embarazo, los niveles de lípidos aumentan, lo que lleva a niveles un 30% más altos de colesterol, triglicéridos y colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad al final del tercer trimestre. Por tanto, el perfil lipídico gestacional se parece a un perfil lipídico aterogénico. Después del parto, los niveles de lípidos en general se normalizan a los niveles previos al embarazo en un plazo de tres a cuatro meses.

Imagen: El analizador bioquímico VITALAB Selectra ProS (Fotografía cortesía de ELITechGroup).

Los obstetras y ginecólogos del Centro Médico de la Universidad Erasmus (Rotterdam, Países Bajos) y sus colegas, realizaron un estudio de cohorte prospectivo, en curso, basado en la población, a partir del embarazo temprano y obtuvieron plasma de 3.510 mujeres del estudio Generación R. Los científicos midieron los niveles de lípidos (colesterol total, triglicéridos y colesterol unido a lipoproteínas de alta densidad [HDL-c]), y colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad (LDL-c), colesterol remanente y no HDL-c que se calcularon al comienzo del embarazo (mediana 13,2 semanas, intervalo del 90% [10,5 a 17,1]) y seis años después del embarazo (mediana 6,5 años, intervalo del 90% [6,2 a 7,8]). Los niveles de glucosa, colesterol total, triglicéridos y concentraciones de HDL-c se midieron con el analizador químico Selectra E (Vital Scientific, Dieren, Países Bajos). El síndrome metabólico (SM) se evaluó seis años después del embarazo de acuerdo con los criterios NCEP/ATP3. También examinaron la influencia de las complicaciones del embarazo sobre estas asociaciones.

Los científicos informaron que los niveles de lípidos gestacionales se asociaron positivamente con los niveles de lípidos correspondientes seis años después del embarazo, independientemente de las complicaciones del embarazo. Seis años después del embarazo, la prevalencia de SM fue del 10,0%; la prevalencia fue mayor en mujeres con síndrome placentario previo (13,5%). La característica más común del síndrome metabólico fue HDL-c bajo (40,0%), seguido de obesidad abdominal (25,6%), triglicéridos altos (19,7%), presión arterial alta (19,0%) y niveles altos de glucosa (2,3%). Los triglicéridos gestacionales y el colesterol remanente en el cuartil más alto y el HDL-c en el cuartil más bajo se asociaron con el mayor riesgo de SM en el futuro, independientemente del tabaquismo y el índice de masa corporal.

Los autores concluyeron que los niveles de lípidos gestacionales proporcionan una idea del futuro perfil de riesgo cardiovascular de las mujeres en la edad adulta. El seguimiento y la intervención en el estilo de vida podrían estar indicados en mujeres con un perfil lipídico gestacional desfavorable para optimizar la prevención oportuna del riesgo cardiovascular. El estudio fue publicado el 23 de diciembre de 2020 en la revista BMC Medicine.

Enlace relacionado:
Centro Médico de la Universidad Erasmus
Vital Scientific


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