Pruebas para pérdida del olfato pueden detectar Alzheimer y de Parkinson

Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 21 Nov 2017
En un nuevo enfoque para probar la disfunción del olfato, los investigadores han desarrollado “olores blancos”, mezclas de varias moléculas de olor, que ayudan a reducir el sesgo de la prueba y la subjetividad del paciente, creando así un formato de prueba más globalmente aplicable. Sugieren que estas pruebas también podrían ayudar en la detección temprana de trastornos neurológicos que se han asociado con problemas olfativos.
 

Pruebas para pérdida del olfato pueden detectar Alzheimer y de Parkinson
El sentido del olfato a menudo se da por sentado, hasta que funciona mal. Investigadores de la Universidad de Rockefeller (Nueva York, NY, EUA) desarrollan un nuevo tipo de prueba para ayudar a mejorar el diagnóstico de los trastornos del olfato y las enfermedades asociadas que se pueden detectar con las pruebas de olores.
 
“A las personas les hacen exámenes para la visión y la audición a lo largo de sus vidas, pero las pruebas de olores son extremadamente raras”, dijo Leslie Vosshall, quien es una profesora en la universidad de Rockefeller e investigadora del Instituto Médico Howard Hughes, y desarrolló el nuevo formato de prueba con Julien Hsieh, un Becario clínico de Rockefeller quien es actualmente un residente en los Hospitales de la Universidad de Ginebra (Suiza), y sus colegas.
 
Un problema con las pruebas actuales para las limitaciones del olfato es que dependen de la capacidad del paciente para detectar e identificar (nombrar) tipos únicos de moléculas de olor, como el alcohol feniletílico con aroma a rosas. Sin embargo, la capacidad de detectar olores y reconocerlos puede variar mucho entre las personas. Alguien con un sentido del olfato, por lo general normal, puede no ser capaz de detectar la molécula de rosa, mientras que otra persona que puede oler rosas, pero es de un área donde estas flores son escasas, puede tener dificultades para ponerle nombre al olor. En cualquier caso, existe la posibilidad de un diagnóstico erróneo, particularmente cuando se realizan pruebas en diferentes poblaciones y regiones.
 
Los investigadores se propusieron eliminar estos posibles sesgos con la ayuda de “olores blancos”, nombrados en base a la similitud conceptual con la “luz blanca” como combinación de longitudes de onda de luz y el “ruido blanco” como combinación de muchas frecuencias de sonido. Los científicos prepararon “olores blancos” mezclando muchos olores para producir algo desconocido, a partir de surtidos de 30 moléculas de olores diferentes.
 
Con sus dos nuevas pruebas les piden a los pacientes que distingan los olores blancos con ingredientes superpuestos y que detecten los olores blancos a concentraciones cada vez más bajas. Si una persona no puede detectar un solo componente del aroma de la prueba, esto tiene poco efecto en el resultado. Además, los examinandos no necesitan identificar el olor en absoluto: “[Las pruebas] se centran en el problema del olfato en sí mismo, porque no obligan a las personas a asociar los olores con las palabras”, dijo la Prof. Vosshall.
 
En ensayos clínicos realizados en el Hospital Universitario Rockefeller (NY, EUA) y en el Hospital General de Veteranos (Taiwán), las nuevas pruebas detectaron la pérdida de olores con más fiabilidad que las opciones convencionales. Los resultados abren la posibilidad de un medio mejor para detectar la pérdida de olores e incluso ayudar a detectar las enfermedades de Alzheimer y Parkinson, mediante el uso de “cambios en el sentido del olfato, junto con otros biomarcadores, para identificar las causas subyacentes de estos trastornos neurológicos muy temprano, y así potencialmente mejorar el tratamiento”, dijo el Dr. Hsieh.
 
El estudio se publicó el 10 de octubre de 2017 en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
 

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