Biomarcadores para mejor pronóstico de pacientes con FQ
Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 12 Sep 2017
Actualizado el 12 Sep 2017
La fibrosis quística es una enfermedad autosómica recesiva que afecta a múltiples órganos, caracterizada por insuficiencia pancreática e infecciones pulmonares recurrentes que contribuyen al fracaso del crecimiento y la disfunción respiratoria progresiva.
La prueba de cloruro en el sudor sigue siendo el estándar de oro para el diagnóstico confirmatorio de la fibrosis quística (FC) en apoyo de los programas universales de cribado de enfermedades en los recién nacidos. Sin embargo, proporciona resultados ambiguos para los casos intermedios de cloruro de sudor, y tampoco puede reflejar la progresión de la enfermedad.
Científicos en la Universidad McMaster (Hamilton, ON, Canadá), obtuvieron muestras de sudor residual de los recién nacidos con FQ con resultados positivos en la primera prueba/detección, después de la prueba de cloruro en sudor, tras la estimulación con pilocarpina, excluyendo las muestras con niveles intermedios de cloruro (30 -59 mmol/L). En la mayoría de los casos, se usó típicamente una alícuota de 5 μL para los estudios metabolómicos en el sudor. Las muestras se transfirieron a un tubo de centrífuga de 0,5 mL y se almacenaron en un refrigerador a +4ºC. Se tomó una alícuota para el análisis de cloruro mediante un cloridómetro, el Wescor Sweat Check Model 3120 (Logan, UT, EUA).
Se realizó el análisis de metabolitos no dirigido, utilizando un instrumento de electroforesis capilar, Agilent 7100 (CE) y un espectrómetro de masas de tiempo de vuelo cuadripolar Agilent 6550 (QTOF), equipado con una fuente de iones de electrodispersión en corriente de doble chorro (doble AJS ESI) con tecnología de embudo iónico (Agilent Technologies, Mississauga, ON, Canadá). El equipo identificó varias sustancias químicas desconocidas, diferentes del cloruro que se asociaron permanentemente con los bebés que tenían FQ, incluyendo dos fármacos y compuestos ambientales diferentes que los niños secretaban en el sudor a niveles de concentración mucho más bajos.
Se identificaron en el sudor, aminoácidos, ácidos orgánicos, derivados de aminoácidos, dipéptidos, derivados de las purinas y compuestos exógenos desconocidos, cuando se utilizaba la espectrometría de masas en tándem de alta resolución, incluidos los metabolitos asociados con los lactantes con FQ afectados, pero asintomáticos, como la asparagina y la glutamina. Inesperadamente, los metabolitos de la pilocarpina, utilizados para estimular la secreción de sudor, el ácido pilocarpico y un metabolito plastificante de la exposición ambiental, el ácido mono (2-etilhexil) ftálico, se secretaban en el sudor de los lactantes con FQ a concentraciones significativamente menores en relación con los controles positivos de niños con pruebas negativas para la FQ.
Philip Britz-McKibbin, PhD, un profesor y autor principal del estudio dijo: “Hay signos químicos en el sudor que nos dicen que un bebé tiene FQ. Resolvimos descubrir si se podían detectar indicadores químicos en el sudor que pudieran complementar el estándar de oro para el diagnóstico de la FQ: la prueba de cloruro en sudor”. El estudio se publicó el 31 de julio de 2017 en la revista ACS Central Science.