Prueba simple para función renal requiere más estudio
Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 18 Jan 2016
La enfermedad renal en los EUA y otras partes del mundo es a la vez común y subdiagnosticada, pero nuevos estudios sugieren que prestar mucha atención a los resultados de un simple análisis de sangre puede ayudar a predecir la probabilidad de que los pacientes desarrollen insuficiencia renal.Actualizado el 18 Jan 2016
Una sola determinación de la tasa de filtración glomerular estimada (eGFR) se asocia con el riesgo de mortalidad posterior y un declive previo de la eGFR indica la pérdida de la función renal, pero la relación con el riesgo de mortalidad, es incierto. La eGFR se basa generalmente en el nivel de creatinina sérica, la edad, el sexo y la raza. El método más utilizado para esto es la ecuación MDRD abreviada, ya que ha demostrado ser la más robusta y exacta.
Un equipo grande de científicos dirigido por los de la Facultad de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg (Baltimore, MD, EUA) analizó los datos de más de 1,2 millones de individuos con y sin enfermedad renal, de los cuales, más de 102.000 murieron durante un período de estudio de tres años. Se enfocaron principalmente en los resultados de las pruebas de la eGFR, que se utiliza para estudiar y detectar el daño renal temprano y para hacer el seguimiento de la función renal. El equipo también miró la eGFR más reciente y los resultados de las pruebas en los mismos pacientes con el tiempo.
Los investigadores encontraron que el valor de la eGFR más reciente, era el más valioso a la hora de predecir tanto la insuficiencia renal como la mortalidad; el estudio de las pruebas históricas también proporcionó información que podría ser útil para los pacientes y los médicos. Las historias clínicas electrónicas, que se encuentran rutinariamente en muchos hospitales y consultorios médicos, deben ser útiles en la determinación de la trayectoria de la función renal con el tiempo. Tener esta información no sólo informa el pronóstico, sino que puede ayudar a los médicos a dirigir a sus pacientes a tratamientos como los inhibidores de la ECA que pueden ralentizar el declive de la función renal en pacientes con proteínas en su orina o impedir el uso de los medicamentos anti-inflamatorios no esteroideos (AINES), tales como el ibuprofeno, que pueden dañar los riñones.
Josef Coresh, MD, profesor de Epidemiología y coautor del estudio, dijo: “Los pacientes y los médicos deben prestar atención a los cálculos de la función renal que se obtienen de forma rutinaria, pero con demasiada frecuencia son ignorados. Cuesta muy poco hacer esta prueba y se hace todo el tiempo. Los resultados pueden informar las decisiones de tratamiento que pueden ser capaces de retrasar el deterioro de la función renal. Si bien la prueba es más informativa para los médicos que una prueba de glucosa para la diabetes, los resultados, muchas veces, se pasan por alto, sobre todo cuando un paciente tiene otras enfermedades crónicas que requieren un examen más inmediato”. El estudio fue publicado el 11 de diciembre de 2015, en la revista Journal of the American Society of Nephrology.
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Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health