Análisis del interferón gamma permite detectar la fiebre Q crónica
Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 17 Sep 2013
El diagnóstico de la fiebre Q, producida por el patógeno intracelular Coxiella burnetii, se basa principalmente en pruebas serológicas y dérmicas (ST), pero ambas tienen inconvenientes.Actualizado el 17 Sep 2013
La producción de un interferón gamma (IFN-γ), específico para C. burnetii, ha sido utilizado como una herramienta para el diagnóstico de la infección por fiebre Q pasada, que evita la mayor parte de estas deficiencias y que fue comparada con la serología y con las ST.

Imagen: El patógeno Coxiella burnetii (Fotografía cortesía de Laboratorios Rocky Mountain).
Científicos de la Universidad Radboud (Nijmegen, Holanda) inscribieron a 1.525 personas de una zona endémica con riesgo para la fiebre Q crónica. La producción de IFN-γ se midió después de la estimulación in vitro de sangre completa con antígenos de C. burnetii. Se probaron varios formatos con diferentes antígenos de C. burnetii y se realizaron serología y ST a todos los individuos.
La cantidad de IFN-γ se midió mediante un análisis de inmunoabsorción ligado a enzimas (ELISA). Los resultados de las pruebas serológicas y de las ST eran desconocidos para quienes realizaban los análisis. La producción neta de IFN-γ se expresó como la concentración de IFN-γ en las muestras estimuladas menos la obtenida en los controles negativos. Si la producción de IFN-γ en el control negativo superaba 24 pg/ml, lo cual es tres veces el límite inferior de detección del ELISA o si la producción de IFN-γ después de la estimulación con fitohemaglutinina (PHA) era menor que 24 pg/ml sin que las alícuotas de C. burnetii estimuladas excedieran de 24 pg/ml, el análisis se consideraba no concluyente.
En todos los formatos de análisis, la producción de IFN-γ específico para C. burnetii fue mayor en los sujetos seropositivos o positivos por ST, que en los sujetos seronegativos y negativos por ST. La sangre total fue incubada durante 24 horas con la cepa de laboratorio Nine Mile de C. burnetii inactivada por calor, la cual mostró un desempeño óptimo. Tras excluir a los individuos con serología dudosa y/o resultados para ST en el límite, la producción de IFN-γ fue de 449 ± 82 pg/ml en 219 individuos positivos, pero sólo de 21 ± 3 pg/ml en 908 sujetos negativos. El análisis del IFN-γ tuvo una sensibilidad del 87,0% y la especificidad fue del 90,2%, lo cual fue similar a la combinación de serología y ST, que mostró una sensibilidad de 83,0% y 95,6% de especificidad.
Los autores concluyeron que la detección del IFN-γ específico es una novedosa prueba de diagnóstico para la infección previa con C. burnetii y muestra un desempeño similar y ventajas prácticas sobre la serología y la ST. Sin embargo, recomiendan que el análisis se ofrezca sin cobrar, como valor añadido a las pruebas serológicas, cuando se obtenga un resultado dudoso con la serología. El valor adicional del análisis en casos de enfermedad activa de la fiebre Q, tanto en la forma aguda como en la crónica, se está estudiando en la actualidad.
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Radboud University