Pruebas genéticas simples podrían predecir éxito del tratamiento de esclerosis múltiple
Actualizado el 13 Aug 2025
Los pacientes con esclerosis múltiple (EM) que inician el tratamiento a menudo se enfrentan a la disyuntiva entre interferón beta y acetato de glatirámero, dos tratamientos de primera línea igualmente consolidados y bien tolerados. Hasta ahora, la decisión era en gran medida aleatoria, ya que ninguno funciona igual de bien en todos. Ahora, una nueva investigación ha identificado un marcador genético que puede predecir qué medicamento será más eficaz para cada paciente antes de comenzar el tratamiento.
Un equipo internacional dirigido por la Universidad de Münster (Münster, Alemania) descubrió que los portadores del tipo de tejido HLA-A 03:01 responden significativamente mejor al acetato de glatirámero que al interferón beta. Su estudio analizó a más de 3.000 pacientes con EM en un ensayo multicéntrico, cuyos resultados se publicaron en eBioMedicine. Esta información genética ofrece un criterio claro y basado en la evidencia para la selección personalizada del tratamiento.
Los investigadores examinaron las secuencias de receptores de linfocitos T en muestras de sangre de 3.021 pacientes de varias cohortes internacionales. Tras el tratamiento con acetato de glatiramero, se detectaron clones específicos de linfocitos T solo en pacientes con HLA-A*03:01 o HLA-DRB1*15:01. Sin embargo, solo se observó un beneficio clínico comprobado (menos síntomas y mejores resultados) en portadores del alelo HLA-A*03:01, que afecta a aproximadamente el 30-35 % de los pacientes europeos con EM.
Los resultados se validaron en cinco cohortes independientes de EUA, Francia y Alemania, incluida la cohorte NationMS. En todos los análisis, los portadores de HLA-A*03:01 tratados con acetato de glatirámero mostraron resultados significativamente mejores que los tratados con interferón beta. Este hallazgo robusto y reproducible confirma la utilidad clínica del biomarcador.
Dado que las pruebas del antígeno leucocitario humano (HLA) ya se utilizan ampliamente en la medicina de trasplantes y la seguridad farmacológica, este descubrimiento puede implementarse en consultas clínicas a corto plazo. Además de orientar las decisiones terapéuticas, el estudio también proporciona nuevos conocimientos sobre el mecanismo de acción del acetato de glatirámero, lo que sugiere que solo unos pocos fragmentos proteicos podrían impulsar sus efectos terapéuticos. Esto podría conducir a formulaciones farmacológicas optimizadas en el futuro.
"Nuestro estudio demuestra por primera vez que un marcador genético está vinculado al éxito del tratamiento con un medicamento para la EM. Esto nos permite predecir, antes de iniciar la terapia, si el acetato de glatiramero o el interferón son la mejor opción", afirmó el profesor Nicholas Schwab, líder del estudio.
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Universidad de Münster