Células T en la sangre pueden detectar Parkinson años antes del diagnóstico
Actualizado el 20 Jun 2025
Diagnosticar la enfermedad de Parkinson antes de la aparición de síntomas motores sigue siendo uno de los mayores retos de la neurología. Los pacientes pueden pasar años, incluso décadas, sin un diagnóstico, ya que a menudo se pasan por alto los sutiles indicadores tempranos. Ahora, los científicos han identificado una posible solución: el seguimiento de la reactividad de las células T podría ofrecer una forma de detectar el Parkinson durante su período "prodrómico", mucho antes de que aparezcan los síntomas característicos.
Este descubrimiento proviene de investigadores del Instituto de Inmunología de La Jolla (LJI, La Jolla, CA, EUA) que han explorado el papel de las células T (componentes del sistema inmunitario generalmente asociados con trastornos autoinmunes) en las primeras etapas de la enfermedad de Parkinson. Estudios anteriores del mismo grupo ya habían demostrado que muchas personas con Parkinson tienen células T que se dirigen a las proteínas que se encuentran en las células cerebrales, incluidas la alfa-sinucleína y PINK1. Su último estudio, publicado en npj Parkinson's Disease, extiende estos hallazgos al trazar un mapa del tiempo de estas respuestas inmunitarias. El equipo de LJI utilizó Fluorospot, una técnica que mide cómo las células inmunitarias como las células T reaccionan a proteínas específicas, para estudiar muestras de sangre de personas con alto riesgo de Parkinson. Estos voluntarios incluyeron individuos con predisposiciones genéticas o signos tempranos como alteración del sueño REM y pérdida del olfato. Al analizar la actividad de las células T en estas muestras, los investigadores señalaron cuándo alcanzó su punto máximo la reactividad inmunitaria.
Sus resultados revelaron que la actividad más alta de las células T, en particular contra PINK1, se produjo antes de un diagnóstico formal de Parkinson, lo que sugiere que esta respuesta inmunitaria podría servir como un valioso biomarcador temprano. Esto indica que las células T se vuelven reactivas mucho antes de que aparezcan temblores o síntomas cognitivos. Sin embargo, si bien el estudio refuerza el vínculo entre la actividad inmunitaria y el Parkinson temprano, los investigadores advierten que no establece a las células T como la causa directa de la neuroinflamación en la enfermedad. Estos hallazgos ofrecen una vía potencial para el diagnóstico temprano del Parkinson, una enfermedad notoriamente difícil de detectar en sus etapas iniciales. Al monitorear las respuestas de las células T, los médicos podrían algún día ser capaces de intervenir antes de que el daño neurológico se vuelva irreversible. El equipo de LJI ahora está explorando métodos para reducir la inflamación dañina y proteger las células cerebrales, a la vez que investiga si una actividad inmunitaria similar desempeña un papel en otros trastornos neurodegenerativos.
"Sin duda, resulta intrigante que esta reactividad de las células T sea mayor cuando los pacientes están más cerca del diagnóstico", afirmó el profesor Alessandro Sette del LJI. "El hallazgo sugiere que las células T podrían tener algo que ver. Nos interesan mucho enfermedades como el Alzheimer, por ejemplo, donde se ha avanzado mucho en la identificación de personas en etapas muy tempranas de la progresión de la enfermedad".