Alérgenos ambientales desencadenan la inflamación de tipo 2 a través de la activación del ripoptosoma

Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 03 Nov 2021
Los alérgenos ambientales, incluidos hongos, insectos y ácaros, desencadenan la inmunidad tipo 2; sin embargo, los mecanismos de detección innatos y los eventos de señalización inicial siguen sin estar claros. Los alérgenos desencadenan la actividad entre un conjunto entrelazado de señales inductoras de muerte celular, llamado ripoptosoma.

Aunque las células mieloides ceban la inmunidad adaptativa para generar respuestas de IgE3 y de células T helper (Th2) de tipo 2, el sistema inmunitario innato reconoce inicialmente los alérgenos, lo que desencadena respuestas posteriores que conducen a la producción de efectores de tipo 2, antes del inicio de la inmunidad adaptativa.

Imagen: BD LSRFortessa es un analizador de células de alta gama. Está equipado con cuatro láseres que permiten el análisis de hasta 16 colores (18 parámetros) (Fotografía cortesía de ETH Zúrich)

Los inmunólogos y sus colegas del Centro Médico del Hospital Infantil de Cincinnati (Cincinnati, OH, EUA), informaron recientemente que los alérgenos desencadenan la activación del ripoptosoma RIPK1-caspasa 8 en las células epiteliales. La caspasa 8 activa, posteriormente se acopla a las caspasas 3 y 7, que median directamente la maduración intracelular y la liberación de interleuquina-33 (IL-33), una citoquina alarmina proatopía, de inmunidad innata. El equipo utilizó diferentes líneas celulares y modelos murinos. Los datos se adquirieron en un citómetro de flujo BD LSRFortessa (BD Biosciences, San José, CA, EUA). En los ensayos de secreción de IL-33, la concentración de IL-33 liberada en los sobrenadantes de cultivos celulares se determinó mediante ELISA (R&D Systems, Minneapolis, MN, EUA).

El equipo informó que la IL-33 madura mantenía la interacción funcional con el receptor ST2 afín y provocaba una potente actividad inflamatoria proatopía in vitro e in vivo. La inhibición de la caspasa 8 farmacológicamente y la supresión de Il33 murino y Casp8 atenuaron la inflamación alérgica in vivo. Los datos clínicos corroboraron que la activación de los ripoptosomas y la maduración de IL-33 son posibles contribuyentes a la inflamación alérgica humana. Descubrieron que, en la enfermedad alérgica humana, esofagitis eosinofílica, los marcadores de activación de ripoptosomas y los niveles de IL-33 madura se correlacionaban dinámicamente con el grado de eosinofilia esofágica y la actividad de la enfermedad.

Marc Rothenberg, MD, PhD, director de la División de Alergia e Inmunología del Hospital Infantil de Cincinnati y autor principal del estudio, dijo: “La interrupción de esta vía de detección de alérgenos podría brindar una oportunidad única para contrarrestar la inmunidad tipo 2 y aliviar la inflamación alérgica”.

Los autores concluyeron que sus hallazgos revelan una barrera epitelial, un mecanismo de detección de alérgenos que converge en el ripoptosoma como una plataforma de señalización molecular intracelular, desencadenando respuestas inmunitarias innatas de tipo 2. Estos hallazgos tienen implicaciones importantes para comprender y tratar las enfermedades alérgicas humanas. El estudio fue publicado el 16 de septiembre de 2021 en la revista Nature Immunology.

Enlace relacionado:
Centro Médico del Hospital Infantil de Cincinnati
R&D Systems


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