Nuevo método determina eficacia de células inmunes

Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 17 Nov 2016
La frecuencia de las células T específicas contra los patógenos y los tumores y su actividad funcional, reflejan la eficacia de las respuestas inmunitarias y pueden servir como indicadores útiles para el diagnóstico y el pronóstico.
 

Imagen: Detalle de una placa CaFlux y de la lectura fluorescente verde de las células inmunes activadas (Fotografía cortesía de la Universidad Thomas Jefferson).
El sistema inmune orquesta ataques a gran escala y a pequeña escala sobre innumerables objetivos: virus, bacterias, cáncer, pero también se equivoca en los disparos causando reacciones alérgicas o autoinmunes. Resumiendo el problema, no todas las reacciones inmunitarias son iguales, a veces una reacción necesaria no es lo suficientemente fuerte o a veces es demasiado fuerte.
 
Un equipo de científicos de la Universidad Thomas Jefferson (Filadelfia, PA, EUA)  desarrolló una nueva forma para determinar la fuerza de una respuesta inmune contra un antígeno particular. La prueba funciona uniendo células inmunes que pueden responder contra y, a la vez mostrar objetivos inmunes potenciales y luego haciendo fluir antígenos potenciales sobre las células inmunes para buscar “coincidencias”. Si la adición de antígeno conduce a una coincidencia entre el visualizador y el respondedor, las dos células se unen entre sí a través de sus receptores. Esta unión desencadena la apertura de los canales de calcio, que luego activa una fluorescencia verde en las células. La luz verde puede ser fácilmente detectada usando un microscopio y cuantificada mediante un software de lectura de imágenes.
 
La prueba, denominada ensayo CaFlux, puede ayudar a ver cuántas células T responden en una muestra dada, así como con cuánta fortaleza y qué tan rápido cada célula individual responde con el tiempo. Estas tres piezas de información podrían predecir, con mayor exactitud, la forma cómo una persona reaccionaría ante una amplia gama de amenazas inmunes, desde ataques virales o bacterianos a alérgenos. La prueba podría ser útil en el desarrollo de mejores vacunas, la evaluación de la potencia de las intervenciones de inmunoterapia, y la comprensión de la gravedad de la enfermedad, y, por lo tanto, el nivel adecuado de intervención médica. La clasificación magnética de los subconjuntos de células T, las células T, CD8, fueron purificadas a partir de células mononucleares de sangre periférica humana congelada (PBMC), mediante selección negativa, utilizando la Tecnología de Separación de Células, MACS (Miltenyi Biotec, Bergisch Gladbach, Alemania).
 
El equipo ensayó las células T de un receptor de trasplante de médula ósea, con respecto a la reactividad al citomegalovirus (CMV). La mayoría de las personas albergan CMV, pero la infección generalmente se mantiene bajo control por un sistema inmunológico saludable. Analizaron las nuevas células T, después del trasplante; las células del paciente mostraron una respuesta lenta y débil a los mismos antígenos, o blancos de CMV. Neal Flomenberg, MD, un profesor de Oncología Médica, y un coautor del estudio, dijo: “Esta respuesta débil fue reflejada por lo que pasó en la clínica. El CMV del paciente se reactivó mientras que el sistema inmunológico se estaba reiniciando y no podía montar una respuesta fuerte contra el CMV, y tuvo que ser tratado para la infección. Si hubiéramos podido seguir la capacidad del sistema inmunológico del paciente para responder al CMV, podríamos haber podido adaptar su tratamiento para mantener el CMV bajo un control mejor”. El estudio fue publicado el 27 de octubre de 2016 en la revista Nature Communications.

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Thomas Jefferson University
Miltenyi Biotec
 


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