Pruebas genéticas reducen riesgos de quimioterapia en pacientes con cáncer gastrointestinal

Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 11 Aug 2025

En pacientes con cánceres gastrointestinales, como el colorrectal y el de páncreas, las dosis estándar de quimioterapia pueden desencadenar efectos secundarios graves, a veces mortales, en quienes portan variantes genéticas específicas. Estas diferencias afectan la forma en que el organismo procesa medicamentos clave; sin embargo, los protocolos actuales rara vez las tienen en cuenta. Ahora, un nuevo estudio demuestra que las pruebas genéticas previas al tratamiento pueden orientar una dosificación más segura y personalizada, y reducir significativamente las reacciones adversas.

Investigadores de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania (Filadelfia, Pensilvania, EUA) evaluaron un enfoque de medicina de precisión que detecta dos variantes genéticas (DPYD y UGT1A1) antes de iniciar la quimioterapia. El gen DPYD ayuda al hígado a descomponer las fluoropirimidinas, mientras que el UGT1A1 afecta el metabolismo del irinotecán. Las variantes pueden ralentizar la depuración del fármaco, causando una toxicidad peligrosa. Identificar estos riesgos permite a los médicos reducir las dosis sin comprometer la eficacia del tratamiento oncológico.


Imagen: el estudio mostró que dosis personalizadas cortan los efectos secundarios severos (foto cortesía de 123RF)

El estudio incluyó a 517 pacientes con cáncer gastrointestinal en tres centros de Penn Medicine que debían recibir fluoropirimidina o irinotecán. De ellos, 288 se sometieron a análisis de sangre para detectar las variantes genéticas. Los resultados se obtuvieron en aproximadamente una semana, lo que permitió a los médicos ajustar la dosis inicial para pacientes de alto riesgo. Este enfoque se comparó con el de pacientes portadores de variantes de un grupo de biobanco que recibieron dosis estándar sin cribado genético.

Los hallazgos, publicados en JCO Precision Oncology, mostraron que, entre los 16 portadores de variantes del grupo de prueba que recibieron dosis reducidas, el 38 % experimentó efectos adversos graves. En cambio, el 65 % de los 17 portadores de variantes del grupo no sometido a prueba presentaron dichos efectos secundarios. El grupo de prueba también tuvo menos cambios de tratamiento (38 % frente a 76 %) y menos interrupciones (31 % frente a 47 %), lo que subraya los beneficios de seguridad de la dosificación personalizada.

Con casi 290.000 nuevos diagnósticos de cáncer gastrointestinal al año en EUA, los resultados destacan una estrategia escalable para reducir las complicaciones y mejorar la evolución de los pacientes. Los investigadores sugieren que una adopción más amplia podría prevenir hasta 1.300 muertes anuales relacionadas con la toxicidad de la quimioterapia.

"Durante mucho tiempo, Estados Unidos quedó a la zaga de Europa en la adopción de pruebas genéticas para la dosificación de quimioterapia, pero nuestro estudio demuestra que no solo es factible sino también fundamental para la seguridad del paciente", dijo Sony Tuteja, autor principal del estudio.

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