Prueba de biomarcador genético podría guiar tratamiento del cáncer cerebral
Actualizado el 28 Jul 2025
El glioblastoma es la forma más agresiva de cáncer cerebral, representando aproximadamente el 15 % de todos los tumores cerebrales, y generalmente afecta a adultos de entre 45 y 70 años. A pesar de los esfuerzos terapéuticos, los pacientes generalmente sobreviven menos de 15 meses después del diagnóstico. El bevacizumab se usa comúnmente para tratar el glioblastoma recurrente al bloquear el crecimiento de vasos sanguíneos en los tumores y se asocia con mejoras en los síntomas, la calidad de vida y la supervivencia libre de progresión. Sin embargo, no ha habido una forma confiable de predecir qué pacientes se beneficiarían más de este fármaco. Esta falta de guía predictiva expone a muchos pacientes a efectos secundarios innecesarios sin un beneficio terapéutico garantizado. Ahora, un biomarcador genético recientemente descubierto podría ayudar a identificar a los pacientes con glioblastoma con mayor probabilidad de beneficiarse del bevacizumab.
Investigadores del Centro Oncológico Markey de la Universidad de Kentucky (Lexington, KY, EUA) realizaron un estudio a gran escala para descubrir un biomarcador que pudiera ayudar a predecir la respuesta al bevacizumab. El equipo analizó muestras tumorales de 3.106 pacientes con glioblastoma, incluyendo 571 tratados con el fármaco. Utilizando datos de secuenciación de nueva generación, compararon los perfiles moleculares de pacientes que continuaron el tratamiento durante diferentes periodos. Su análisis reveló que los tumores cerebrales de pacientes que respondieron mejor y vivieron más tiempo con bevacizumab tenían mayor probabilidad de contener una alteración genética conocida como amplificación de CDK4.
El estudio, publicado en JCO Precision Oncology, representa el primer esfuerzo de investigación a gran escala para identificar marcadores moleculares asociados con una respuesta prolongada al bevacizumab en pacientes con glioblastoma. El descubrimiento de la amplificación de CDK4 como biomarcador predictivo tiene el potencial de permitir a los oncólogos tomar decisiones de tratamiento más informadas al identificar a los pacientes con mayor probabilidad de beneficiarse del fármaco. Este avance podría minimizar el tratamiento innecesario y las toxicidades asociadas en los pacientes que no responden, a la vez que garantiza un acceso oportuno para quienes puedan experimentar mejores resultados. En el futuro, el equipo de investigación busca validar aún más el biomarcador y explorar su uso en marcos de toma de decisiones clínicas para la terapia personalizada del cáncer cerebral.
“Los hallazgos podrían ayudar a los oncólogos a tomar decisiones de tratamiento más informadas para los pacientes con glioblastoma, evitando potencialmente que aquellos con pocas probabilidades de beneficiarse sufran efectos secundarios innecesarios y garantizando al mismo tiempo que quienes podrían responder tengan acceso al fármaco”, afirmó John Villano, MD, Ph.D., profesor del Colegio de Medicina del Reino Unido y autor principal del estudio.
Enlaces relacionados:
Centro Oncológico Markey de la Universidad de Kentucky