Nuevas tiras reactivas podrían hacer que pruebas rápidas de antígenos sean tan potentes como pruebas de PCR

Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 02 Apr 2024

Durante el inicio de la pandemia, las personas que experimentaban síntomas tuvieron que soportar largas colas para realizarse pruebas de PCR en laboratorio y luego esperar unos dos días para obtener los resultados, para confirmar si estaban infectados con el virus COVID-19. Este proceso no sólo fue inconveniente sino que también implicó una logística compleja y costosa, lo que contribuyó a retrasos en las pruebas y aumentó el riesgo de propagación de la enfermedad. Ahora, una tecnología de biodetección recientemente desarrollada permite la creación de tiras reactivas genéticas que pueden igualar la calidad de las pruebas tradicionales de laboratorio.

La nueva tecnología desarrollada por un equipo de ingenieros biomédicos de la UNSW Sydney (Sydney, Australia) ofrece tiras reactivas que son tan precisas como las pruebas de PCR de laboratorio, con la ventaja adicional de una detección de enfermedades rápida in situ. Este avance, descrito por los investigadores como "tener la PCR en su bolsillo", tiene potencial para amplias aplicaciones en diagnóstico biomédico y ambiental en varios sectores, incluidos los alimentarios, la agricultura y la gestión de la bioseguridad. La tecnología permite la detección de secuencias genéticas específicas a temperatura ambiente, utilizando tiras reactivas que se asemejan a la conocida prueba RAT para Covid, lo que potencialmente elimina la necesidad de largas colas en los centros de pruebas de PCR y reduce drásticamente los costos a unos pocos dólares por prueba. Las tiras reactivas podrían ser fundamentales para responder rápidamente a nuevos patógenos, identificar áreas con alta resistencia a los antibióticos o en los esfuerzos de conservación de especies en peligro de extinción.


Imagen: Nuevas tiras reactivas elevan el juego en diagnósticos basado ​​en genes (Fotografía cortesía de 123RF)

El proceso para lograr una precisión a nivel de PCR con estas nuevas tiras reactivas implica la creación de minúsculos nanocírculos de ADN, cada uno de los cuales contiene un fragmento del ADN objetivo, como el virus COVID. Estos nanocírculos, de aproximadamente 2 nanómetros de tamaño, luego se combinan con proteínas CRISPR/Cas, que están programadas para interactuar específicamente con el ADN del patógeno objetivo. Cuando estas proteínas encuentran el ADN objetivo, hacen que los nanocírculos de ADN se linealicen, creando una gran cantidad de "objetivos falsos". Este método desencadena una reacción en cadena molecular, lo que resulta en una avalancha de estos objetivos falsos que son fácilmente detectables por las tiras reactivas, incluso con una presencia mínima del gen objetivo original.

Se ha demostrado que esta tecnología detecta con precisión el virus COVID-19 y la bacteria Helicobacter, que es responsable de las úlceras estomacales. Las aplicaciones potenciales de este método de biodetección se extienden más allá del diagnóstico de salud e incluyen bioseguridad (detección de especies marinas invasoras), ciencias ambientales (rastreo de especies amenazadas mediante pruebas de ADN de muestras ambientales) e incluso diagnóstico de cáncer, como lo demuestra la detección exitosa de mutaciones del cáncer por parte del equipo en muestras de pacientes clínicos.

"Creemos que hemos creado un nuevo punto de referencia en biodetección: nuestras pruebas basadas en genes podrán realizarse en cualquier lugar, en cualquier momento y prácticamente por cualquier persona", dijo el autor del estudio, el Dr. Fei Deng.

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