Biomarcadores basados en sangre detectables mediante simple análisis de sangre podrían simplificar el diagnóstico de enfermedad de Alzheimer
Actualizado el 11 Apr 2023
Actualmente, el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer se basa en técnicas costosas e invasivas como la tomografía por emisión de positrones (PET) y los biomarcadores tau-PET, o métodos menos precisos como la medición de la atrofia cerebral mediante resonancia magnética o procedimientos invasivos como punciones lumbares para recolectar líquido cefalorraquídeo y p-tau. Ahora, un nuevo estudio ha demostrado que los biomarcadores basados en sangre para amiloide y tau están altamente correlacionados con los biomarcadores establecidos que se utilizan para el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer. Estos biomarcadores basados en sangre también han demostrado una gran precisión diagnóstica al distinguir entre niveles normales y anormales de biomarcadores de amiloide y tau.
Para el estudio, un equipo de investigación internacional dirigido por HUG (Ginebra, Suiza) y UNIGE (Ginebra, Suiza) utilizó una máquina de alta precisión que emplea una técnica de ensayo de inmunofluorescencia para detectar concentraciones anormales de proteínas relacionadas con la enfermedad de Alzheimer. Este método es más sensible que los ensayos estándar y puede identificar con mayor precisión a las personas con alto riesgo de desarrollar la enfermedad. El estudio involucró a 200 pacientes, incluidos 82 sin trastornos cognitivos, 99 con deterioro cognitivo leve y 19 con demencia. En un período de 12 meses, los investigadores recolectaron biomarcadores de plasma y al menos un biomarcador tradicional de cada paciente.

Los investigadores encontraron que los biomarcadores basados en sangre ofrecen ventajas significativas sobre los biomarcadores tradicionales para diagnosticar la enfermedad de Alzheimer. Son menos invasivos, más asequibles y podrían reducir potencialmente la cantidad de pruebas necesarias hasta en un 49 %. Los análisis de sangre permiten la evaluación simultánea de múltiples biomarcadores y son más accesibles, lo que hace posible la detección a gran escala. También se podría mejorar la detección temprana y el monitoreo de la progresión de la enfermedad. Además, las pruebas de sangre podrían ayudar a identificar a los pacientes que necesitan neuroimagen o punción lumbar y permitir un seguimiento regular de la progresión de la enfermedad.
Los biomarcadores basados en sangre se pueden detectar fácilmente a través de pruebas de sangre rutinarias en entornos médicos como hospitales, consultorios médicos o laboratorios, y se pueden integrar con otros marcadores como parte de un examen de salud estándar. Actualmente, se utilizan principalmente con fines de investigación y su aplicación clínica está sujeta al establecimiento de estándares técnicos, incluidos los umbrales de normalidad/anormalidad y los protocolos de laboratorio. Sin embargo, con la posibilidad de que estos estándares se establezcan pronto, los médicos asistentes podrían participar en las primeras etapas del diagnóstico y los costos podrían ser cubiertos por las compañías de seguros de salud.
“El uso de biomarcadores basados en sangre en el consultorio del médico general, por ejemplo, reduciría considerablemente la cantidad de exámenes de diagnóstico, generaría ahorros significativos y mejoraría los resultados”, dijo el profesor Giovanni Frisoni, jefe del estudio y director del Centro para la Memoria HUG y profesor titular del Departamento de Rehabilitación y Geriatría de la Facultad de Medicina de la UNIGE.
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