Resultados de análisis de sangre para la enfermedad de Alzheimer están sesgados por afecciones crónicas no relacionadas
Actualizado el 13 Jun 2022
El efecto de las condiciones médicas crónicas, como la enfermedad renal crónica, en los niveles circulantes de proteínas tau fosforiladas (p-tau), debe evaluarse antes de que se pueda usar un análisis de sangre p-tau para diagnosticar la enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia.
Las proteínas tau son un grupo de seis isoformas de proteínas altamente solubles producidas por corte y empalme alternativo del gen MAPT (proteína tau asociada a microtúbulos). Tienen funciones principalmente en el mantenimiento de la estabilidad de los microtúbulos en los axones y son abundantes en las neuronas del sistema nervioso central (SNC). Son menos comunes en otros lugares, pero también se expresan en niveles muy bajos en los astrocitos y oligodendrocitos del SNC. Las patologías y demencias del sistema nervioso, como la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Parkinson, están asociadas con proteínas tau que se han transformado en agregados insolubles hiperfosforilados llamados ovillos neurofibrilares.

Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana (Indianapolis, IN, EUA) y la Clínica Mayo (Rochester, MN, EUA) demostraron que los niveles sanguíneos de P-tau eran indicadores del desarrollo de la patología de la enfermedad de Alzheimer en el cerebro. Sin embargo, queda por demostrar la utilidad de estos biomarcadores como ayudas diagnósticas en entornos de población basados en la comunidad.
En un nuevo estudio, los investigadores se propusieron establecer rangos de referencia normales para la p-tau circulante y evaluar el efecto de otras afecciones médicas crónicas en los niveles de estas proteínas. Para este trabajo, los investigadores determinaron los niveles de P-tau181 y P-tau217 en muestras de sangre obtenidas de 1.329 participantes (de 0 a 98 años de edad) en el Estudio Sobre el Envejecimiento de la Clínica Mayo.
Los resultados revelaron que múltiples condiciones de fondo se asociaron con niveles plasmáticos más altos de P-tau181 y P-tau217. Por ejemplo, la diferencia entre los participantes con y sin enfermedad renal crónica (ERC) fue similar a la diferencia entre los participantes con y sin amiloide cerebral elevado.
La primera autora, la Dra. Michelle Mielke, neuróloga de la Clínica Mayo, dijo: “El trabajo actual demuestra que la enfermedad renal crónica, el accidente cerebrovascular y el infarto de miocardio pueden contribuir fisiológicamente a niveles más altos de P-tau en el plasma sanguíneo, pero no a la patología de la enfermedad de Alzheimer. Como resultado, las personas con estas condiciones pueden dar positivo, por lo que parece que tienen la enfermedad de Alzheimer cuando no la tienen. La incorporación de este conocimiento en el desarrollo de los puntos de corte mejorará la precisión y el uso futuro de los biomarcadores sanguíneos en la población para el diagnóstico o incluso con fines de detección”.
El estudio fue publicado en la edición en línea del 26 de mayo de 2022 de la revista Nature Medicine.
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Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana
Clínica Mayo