Asocian la elevación en los niveles de amiloide beta en suero con el desarrollo de la enfermedad cardiovascular

Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 03 Mar 2020
Un nuevo artículo de revisión ha resumido los estudios, que sugieren que el biomarcador de la enfermedad de Alzheimer (EA), el amiloide beta (Abeta) tiene un vínculo causal con otras afecciones relacionadas con la edad, como la enfermedad cardiovascular (ECV).

Investigadores de la Universidad de Newcastle (Reino Unido) en colaboración con colegas en Grecia, Alemania, Suiza y los Estados Unidos, analizaron muestras de sangre de más de 6.600 pacientes de múltiples estudios de cohortes realizados en nueve países.

Imagen: Microfotografía que muestra depósitos amiloides. El amiloide se ve como un material rosa homogéneo en la lámina propia y alrededor de los vasos sanguíneos (Fotografía cortesía de Wikimedia Commons)

En la revisión, que se publicó en la edición en línea del 24 de febrero de 2020 de la revista Journal of the American College of Cardiology, los investigadores describieron los determinantes del metabolismo de Abeta, resumieron los efectos de Abeta sobre la aterotrombosis y la disfunción cardíaca, discutieron el valor clínico de Αbeta1-40 en el pronóstico de la ECV y estratificación el riesgo de los pacientes y presentaron intervenciones terapéuticas que pueden alterar el metabolismo de Abeta en los humanos.

En general, los hallazgos discutidos en la revisión sugirieron que cuanto mayor es el nivel de beta amiloide en la sangre, mayor es el riesgo de desarrollar ECV.

El autor principal, el Dr. Konstantinos Stellos, profesor de medicina cardiovascular y epitranscriptómica en la Universidad de Newcastle, dijo: “Nuestro trabajo ha creado y reunido todas las piezas del rompecabezas. Por primera vez, hemos proporcionado evidencia de la participación de beta-amiloide en las etapas tempranas y posteriores de la enfermedad cardiovascular. Lo que es realmente emocionante es que pudimos reproducir estos hallazgos inesperados y clínicamente significativos en pacientes de todo el mundo. En todos los casos, observamos que el beta amiloide es un biomarcador del envejecimiento cardiovascular y del pronóstico de la enfermedad cardiovascular”.

“Estoy interesado en saber cuál de mis pacientes está en riesgo de muerte y/o ataques cardíacos recurrentes”, dijo el profesor Stellos. “La medición de beta amiloide reclasificó a una gran proporción de los pacientes que habían tenido un ataque cardíaco en las categorías de riesgo correctas por encima de un puntaje de riesgo establecido sugerido por la guía en estudios clínicos independientes. Si la prueba sanguínea de beta amiloide predice la muerte en pacientes con enfermedad cardíaca, ¿este hecho, la convierte en un objetivo terapéutico? Nuestro siguiente paso es investigar esto”.

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Universidad de Newcastle


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