La secuenciación tumoral encuentra mutaciones causadas por una enfermedad sanguínea

Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 22 Jan 2019
Los ensayos clínicos de secuenciación tienen como objetivo identificar mutaciones somáticas en células cancerosas para realizar un diagnóstico y tratamiento exactos. Sin embargo, la mayoría de las implementaciones de grado clínico carecen de ADN de línea germinal compatible con el paciente, y se necesitan análisis complementarios para inferir el estado mutacional de las variantes.

Un nuevo análisis sugiere que un subgrupo de pacientes con tumores sólidos también puede sufrir afecciones sanguíneas que introducen mutaciones adicionales en los datos de secuenciación de tumores a través de células hematopoyéticas infiltrantes, particularmente cuando no se dispone de datos de secuenciación de la línea germinal.

Imagen: Biopsia de médula ósea de un paciente con policitemia vera que muestra una médula hipercelular como resultado de un aumento de los elementos mieloides, eritroides y megacariocíticos (Fotografía cortesía de Karl Theil MD).

Los científicos de la Universidad de Rutgers (Nueva Brunswick, NJ, EUA) estudiaron los datos de secuenciación clínica de 2.030 individuos con tumores sólidos que fueron analizados entre fines de 2012 y el otoño pasado. En el proceso, se concentraron en ocho pacientes inicialmente sospechosos de portar mutaciones JAK2 asociadas a neoplasias mieloproliferativas (NMP) en sus tumores sólidos.

El equipo encontró que las frecuencias alélicas para estas mutaciones de activación de JAK2-V617F no estaban alineadas con las estimaciones de pureza del tumor. Utilizaron una combinación de historias clínicas y datos de secuenciación de paneles de genes dirigidos de muestras de tumores de tres de los pacientes con mutación positiva en JAK2; los investigadores determinaron que al menos cuatro de los individuos con mutaciones en JAK2-V617F tenían cáncer y NMP, como policitemia vera, trombocitopemia esencial y mielofibrosis.

En dos de los pacientes con muestras recién secuenciadas, por ejemplo, el equipo vio frecuencias mejoradas para el alelo JAK2-V617F en muestras con mayor contenido de glóbulos blancos linfocitarios en la sangre en comparación con las muestras que contienen niveles más altos de tejido tumoral. Del mismo modo, los datos disponibles de secuencias dirigidas mostraron una hematopoyesis clonal adicional de mutaciones indeterminadas relacionadas con el potencial en genes como U2AF1, TET2 o DNMT3A en casos positivos para JAK2-V617F, nuevamente enriquecidos en porciones enriquecidas de linfocitos de pacientes en relación con el tejido tumoral disponible.

Los autores concluyeron que cuando se observan mutaciones asociadas a la NMP en los datos de secuenciación de tumores sólidos, se necesita precaución para el tratamiento adecuado del paciente, y se debe pensar en un estudio hematológico en el contexto clínico apropiado. Su análisis sugiere que aunque estos dos resultados son posibles, la detección de JAK2-V617F puede estar asociada con una NMP coexistente. El estudio fue publicado el 3 de enero de 2018 en la revista JAMA Oncology.

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Universidad de Rutgers


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