Prueba rápida en sangre mide la magnitud y la duración de la inmunidad a la COVID-19
Actualizado el 20 Jun 2022
La protección a largo plazo contra la infección viral está mediada tanto por los anticuerpos como por la respuesta de las células T. Muchos estudios recientes señalan la importancia de determinar la función de las células T en personas que se han recuperado o han sido vacunadas contra la COVID-19 para ayudar a diseñar campañas de vacunación. Sin embargo, la medición de las respuestas de las células T rara vez se realiza debido a los desafíos técnicos asociados. Ahora, los investigadores desarrollaron un análisis de sangre, rápido, que mide la magnitud y la duración de la inmunidad de una persona al SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19. La prueba permitirá seguir a gran escala la inmunidad de la población y la efectividad de las vacunas actuales para ayudar a diseñar estrategias de revacunación para individuos inmunosuprimidos vulnerables.
La prueba, desarrollada por investigadores de Monte Sinaí (Nueva York, NY, EUA), tarda menos de 24 horas en su procesamiento y es escalable para uso amplio en la población. Mide la activación de las células T, que son parte de nuestra respuesta inmunitaria adaptativa a la infección o vacunación por SARS-CoV-2 y ayudan a proteger contra los resultados de enfermedades graves o la muerte. Al realizar este estudio, los investigadores optimizaron los ensayos basados en qPCR que tenían el potencial de ser pruebas exactas, sensibles y escalables a nivel mundial. Los investigadores redujeron su enfoque a los dos ensayos que ofrecían la mayor escalabilidad. Uno, el ensayo qTACT, era exacto y sensible, pero tenía un tiempo de procesamiento relativamente más largo de 24 horas para 200 muestras de sangre, un precio moderado y un nivel medio de habilidad técnica. El otro, el ensayo dqTACT, fue exacto y tuvo un tiempo y costo de procesamiento reducidos y requirió una experiencia de laboratorio mínima, lo que facilitó su implementación.
“El ensayo que hemos creado tiene la capacidad de medir la inmunidad celular de la población y probar ampliamente la eficacia de las vacunas novedosas”, dijo uno de los autores principales del estudio, Ernesto Guccione, PhD, Profesor de Ciencias Oncológicas y Ciencias Farmacológicas, en el Instituto del Cáncer Tisch en Monte Sinaí. “Sabemos que las poblaciones vulnerables no siempre generan una respuesta de anticuerpos, por lo que medir la activación de las células T es fundamental para evaluar el alcance total de la inmunidad de una persona. Además, la aparición de variantes del SARS-CoV-2 como Omicron, que evaden la mayor parte de la capacidad neutralizante de los anticuerpos, apunta a la necesidad de ensayos que puedan medir las células T, que son más eficaces contra las variantes emergentes de interés”.
“Los ensayos presentados aquí se basan en la capacidad de las células T del SARS-CoV-2 para responder a los péptidos que cubren diferentes proteínas del virus”, dijo otro autor principal, Jordi Ochando, PhD, Profesor Asistente de Ciencias Oncológicas en el Instituto del Cáncer Tisch en Monte Sinaí y Profesor Asistente de Medicina (Nefrología) y Patología, Medicina Molecular y Basada en Células en la Facultad de Medicina Icahn en Monte Sinaí. “Con la posibilidad de usar diferentes mezclas de péptidos, nuestro enfoque representa una estrategia flexible que se puede implementar fácilmente para detectar la presencia de células T que responden a diferentes proteínas virales. Estas células T tienen un papel importante en la protección contra las cepas mutantes emergentes, por lo que miden de inmediato el impacto que las mutaciones virales podrían tener sobre la inmunidad celular”.
Enlaces relacionados:
Monte Sinaí