Primer método en el mundo para el aislamiento y la caracterización rápida de las variantes de la COVID-19

Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 03 Jun 2022

Los investigadores desarrollaron una metodología que acelera el proceso de aislamiento y caracterización de los riesgos que plantean las variantes preocupantes de la COVID-19. La metodología, compartida con la comunidad científica mundial a través de la publicación en la revista Nature Microbiology, es altamente rentable, automatizada y se puede usar para medir la efectividad de la terapia y escalar para analizar miles de muestras.

La metodología, llamada R-20, fue desarrollada por investigadores del Instituto Kirby en la UNSW Sídney (Sídney, Australia) y se utilizó para analizar todas las principales variantes virales circulantes en 2021, identificadas en pacientes que se encontraban en cuarentena de hotel. A fines de 2021, se aplicó a las primeras muestras Omicron de Australia. Los investigadores descubrieron que la respuesta de anticuerpos inducida por la vacuna contra Omicron era entre 15 y 20 veces más débil que la de la cepa SARS-CoV-2 original. El análisis rápido incluyó detalles de qué tan bien la variante evade los anticuerpos y qué tan resistente es. Los resultados fueron citados en las pautas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), los informes técnicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por el Grupo Asesor Técnico Australiano sobre Inmunización (ATAGI) con respecto al uso de vacunas de refuerzo.


Imagen: El análisis rápido de laboratorio informa las pautas globales sobre la vacunación y el tratamiento de la COVID-19 (Fotografía cortesía de UNSW Sídney)

Para desarrollar la metodología, los investigadores tomaron las lecciones aprendidas del VIH para desarrollar células con receptores que “gustan” a los virus. Observaron cientos de células diferentes para identificar aquellas que permitirían que el virus se replicara de la manera más rápida y efectiva posible. Denominaron a estas células como los “canarios en la mina de carbón”, porque efectivamente mueren en el proceso de decirle al equipo lo que hace cada variante. También permiten al equipo capturar variantes del virus más rápido que cualquier otro método de cultivo celular, con sensibilidades cercanas a las de una prueba de PCR con hisopo.

Usando R-20, los investigadores observan las propiedades virales de las variantes para comprender la probabilidad de que el virus enferme a la población, así como qué tan evasivo es a las vacunas y tratamientos existentes. Identificar esto rápidamente es crucial para informar las políticas de salud pública, como las estrategias de vacunación, qué terapias seguirán funcionando y los consejos sobre el uso de máscaras para mitigar la propagación de variantes a poblaciones vulnerables como los ancianos.

“Lo que hace que nuestro enfoque R-20 sea único es su velocidad y exactitud”, dice el profesor asociado Turville, quien desarrolló la metodología. “La mejor manera de comprender rápidamente cómo funciona un virus es desarrollar genéticamente una célula con receptores que le gusten al virus. R-20 utiliza células ‘sobrecargadas’ que permiten que el virus se replique cuatro veces más rápido que a través de cualquier otra técnica publicada actualmente en la literatura científica”.

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UNSW Sídney  


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