Investigadores usan tecnología física para desarrollar prueba rápida para el antígeno de la COVID-19

Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 11 Nov 2020
Los investigadores han adaptado la tecnología que se usa típicamente para aplicaciones en física con el fin de crear una prueba rápida para el antígeno de la COVID capaz de detectar proteínas virales en minutos con alta exactitud.

Actualmente, las tecnologías basadas en PCR, antígenos y anticuerpos han estado a la vanguardia en el desarrollo de las pruebas para la COVID. Sin embargo, los científicos han investigado otras tecnologías que no se utilizan habitualmente en las ciencias biológicas para mejorar la detección del virus. Investigadores del Departamento de Ciencia e Ingeniería de Materiales del Instituto de Tecnología de Massachusetts (Cambridge, MA, EUA), desarrollaron una prueba, llamada TriboSense One, que no tiene una lectura óptica para detectar virus como muchas pruebas actuales en el mercado, sino que proporciona una lectura mecánica para evaluar la fuerza de las interacciones biomoleculares, observando la fricción para detectar las interacciones moleculares de una muestra y confirmar la presencia del virus en concentraciones muy pequeñas.

Imagen: Investigadores utilizan tecnología física para desarrollar la prueba rápida para el antígeno de la COVID-19 (Fotografía cortesía del MIT)

El instrumento mide la forma cómo las moléculas de la saliva afectan el movimiento de las perlas de detección con propiedades magnéticas para determinar si los virus del SARS-CoV-2 están presentes o no. Las perlas y la saliva se mezclan durante la preparación de la muestra. Actualmente, la prueba detecta la proteína Spike del virus, pero las partículas de detección magnética también se pueden personalizar para que se adhieran a diferentes tipos de proteínas, por ejemplo, la proteína del nucleocápside del SARS-CoV-2, que los investigadores también buscan. Una vez que se recolecta la muestra de saliva, el trabajo del consumidor es bastante simple, y consiste principalmente en pipetear la muestra en la solución. La tecnología se creó originalmente para medir proteínas-proteínas, proteínas-ADN, ADN-ADN y otras interacciones biomoleculares. Eventualmente, el equipo quiere expandir las pruebas a otras enfermedades, pero el enfoque ahora está en la COVID-19. El sistema de pruebas podría beneficiar potencialmente los entornos de los puntos de atención debido a su pequeño tamaño y portabilidad. La prueba también es económica; si bien cuesta alrededor de 5-6 dólares en este momento, a escala podría costar tan solo 3 dólares.

“Tuvimos que empezar desde cero”, dijo el profesor del MIT, Alfredo Alexander-Katz. “Nunca habíamos trabajado con virus ... y adaptamos la tecnología para poder tener éxito”.

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Instituto de Tecnología de Massachusetts


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