Prueba rutinaria de sangre predice el mayor riesgo de mortalidad en los pacientes con COVID-19

Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 27 Sep 2020
Una prueba estándar que evalúa las células sanguíneas puede identificar qué pacientes que ingresan al hospital con COVID-19 enfrentan un alto riesgo de enfermarse críticamente y morir.

Los primeros informes de China habían indicado que la respuesta inflamatoria del cuerpo era extremadamente intensa en algunos pacientes y muy leve en otros. Investigaciones anteriores también habían revelado que ciertos cambios en la cantidad y los tipos de células sanguíneas durante la inflamación se asociaban con resultados de salud deficientes en pacientes con enfermedades como las cardíacas, cáncer y diabetes. Un equipo de investigadores del Centro de Biología de Sistemas del Hospital General de Massachusetts (Boston, MA, EUA), realizó un estudio en el que examinaron a 1.641 adultos diagnosticados con infección por SARS-CoV-2, con el fin de identificar cambios complicados en las células sanguíneas circulantes. Los científicos primero buscaron patrones utilizando análisis de sangre actualmente disponibles que se realizan de forma rutinaria.

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“Nos sorprendió descubrir que una prueba estándar que cuantifica la variación en el tamaño de los glóbulos rojos, llamada ancho de distribución eritrocitaria o ADE, estaba altamente correlacionada con la mortalidad del paciente, y la correlación persistió al controlar otros factores de riesgo identificados como la edad de los pacientes, algunas otras pruebas de laboratorio y algunas enfermedades preexistentes”, dijo el coautor, Jonathan Carlson, MD, PhD.

Los pacientes que tenían valores de ADE por encima del rango normal cuando ingresaron en el hospital tenían un riesgo de muerte 2,7 veces mayor, con una tasa de mortalidad del 31% en comparación con el 11% en los pacientes con valores de ADE normales. Además, un aumento posterior del ADE después de la admisión se asoció con un riesgo aún mayor de morir, lo que indica que el ADE se podría rastrear durante la hospitalización para ayudar a determinar si los pacientes responden al tratamiento o empeoran. Los investigadores actualmente buscan descubrir los mecanismos que causan elevaciones del ADE en casos graves de COVID-19.

“Estos descubrimientos podrían apuntar a nuevas estrategias de tratamiento o identificar mejores marcadores de la gravedad de la enfermedad”, señaló el coautor, Aaron Aguirre, MD, PhD, cardiólogo y médico de cuidados intensivos del MGH.


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Centro de Biología de Sistemas


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