Sensor portátil de bajo costo detecta metales pesados en el sudor
Actualizado el 27 Jan 2023
Los metales pesados como el plomo y el cadmio se pueden encontrar en baterías, cosméticos, alimentos y muchas otras cosas que se han convertido en parte de la vida diaria. Sin embargo, se vuelven tóxicos si se acumulan en el cuerpo humano y pueden causar varios problemas de salud. Por lo general, se requieren equipos costosos y un entorno de laboratorio controlado para detectar metales pesados en fluidos corporales. Ahora, los investigadores han desarrollado un sensor portátil hecho de materiales simples que pueden detectar metales pesados en el sudor, del que se obtienen muestras fácilmente.
Los humanos descargan metales pesados principalmente a través del sudor y la orina. El análisis de estos biofluidos forma una parte clave de las pruebas toxicológicas y del tratamiento. En comparación con otras pruebas estándar de oro para la detección de metales pesados en biofluidos, el nuevo sensor desarrollado por investigadores de la Universidad de São Paulo (São Paulo, Brasil) es simple en cuanto a los materiales utilizados para fabricarlo y las a etapas de producción que atraviesa. El dispositivo está conectado a un potenciostato, un instrumento portátil que determina la concentración de cada metal midiendo las diferencias de potencial y corriente entre electrodos. El resultado se muestra en una computadora o teléfono inteligente utilizando el software de aplicación apropiado. El sistema es tan simple que puede ser utilizado por no especialistas sin entrenamiento, así como por técnicos en hospitales, clínicas y consultorios médicos.
“Obtenemos información importante sobre la salud de una persona midiendo su exposición a metales pesados. Los altos niveles de cadmio pueden provocar problemas fatales en las vías respiratorias, el hígado y los riñones. El envenenamiento por plomo daña el sistema nervioso central y causa irritabilidad, deterioro cognitivo, fatiga, infertilidad, presión arterial alta en adultos y retraso en el crecimiento y desarrollo en niños”, dijo Paulo Augusto Raymundo Pereira, último autor del artículo. “El mundo necesita sensores flexibles que se produzcan en masa de manera fácil, económica y rápida, como lo es nuestro dispositivo, para la detección en el sitio, el monitoreo continuo y el análisis descentralizado de compuestos peligrosos”.
“La base del dispositivo es de tereftalato de polietileno (PET), encima de la cual hay una cinta adhesiva conductora flexible de cobre, una etiqueta de las que se pueden comprar en una papelería, con el sensor impreso y una capa protectora de esmalte de uña o espray”, dijo Robson R. da Silva, coautor del artículo. “El cobre expuesto se elimina sumergiéndolo en una solución de cloruro férrico durante 20 minutos, seguido de un lavado en agua destilada para promover la corrosión necesaria. Todo esto asegura velocidad, escalabilidad, bajo consumo y bajo coste”.
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Universidad de São Paulo