Presencia de ADN tumoral circulante después de la cirugía predice la recurrencia del cáncer de vejiga
Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 30 Jun 2021
Un análisis de sangre que detecta el ADN tumoral circulante (ADNtc), predice el riesgo de recurrencia del cáncer de vejiga después de la cirugía y se puede usar para guiar el tratamiento de precisión de la enfermedad.Actualizado el 30 Jun 2021
En todo el mundo, hubo aproximadamente 573.000 casos de cáncer de vejiga con aproximadamente 212.000 muertes en 2020. La cirugía, que es el primer tratamiento habitual para el trastorno, a menudo deja algunas células cancerosas, enfermedad residual molecular (ERM), que puede regenerar el tumor. En lugar de simplemente esperar a ver si el cáncer regresa después de la cirugía, los investigadores han desarrollado enfoques mínimamente invasivos para la detección de ERM después de la cirugía para identificar a los pacientes que están en riesgo de recaída metastásica.
En este sentido, el ADN tumoral circulante (ADNtc) es prometedor como biomarcador de la enfermedad residual molecular y la recaída. Esto se desprende de estudios que muestran que el análisis de biopsia líquida de ADN libre de células circulantes (ADNcf) de sangre periférica podría ser una valiosa herramienta de diagnóstico en oncología, ya que la recolección de muestras es rápida y mínimamente invasiva. En pacientes con cáncer, el ADNcf consiste en parte de ADN tumoral circulante derivado del cáncer (ADNtc), y se ha demostrado que las alteraciones genéticas y epigenéticas relacionadas con el tumor pueden detectarse analizando el ADNcf en pacientes con cáncer. Como consecuencia, el análisis de ADNcf es muy prometedor para la oncología de precisión y las terapias personalizadas, y actualmente está en evaluación en una amplia gama de estudios clínicos.
Para evaluar la ERM en pacientes con cáncer de vejiga después de la cirugía, los investigadores de la Universidad Reina María de Londres (Reino Unido), utilizaron un método de biopsia líquida de ADNtc para evaluar los resultados del tratamiento en 581 personas que se inscribieron en un estudio en fase III aleatorizado y un estudio de fase II, que investigó si el fármaco atezolizumab podría reducir la recurrencia del cáncer en el carcinoma urotelial, con invasión muscular, de alto riesgo.
El atezolizumab es un anticuerpo monoclonal totalmente humanizado diseñado de isotipo IgG1 contra la proteína ligando 1 de muerte celular programada (PD-L1). Se utiliza para tratar el carcinoma urotelial, el cáncer de pulmón de células no pequeñas (NSCLC), el cáncer de mama triple negativo (TNBC), el cáncer de pulmón de células pequeñas (CPCP) y el carcinoma hepatocelular (CHC). Los efectos secundarios adversos más comunes del medicamento incluyen infección del tracto urinario, fatiga, disminución del apetito, náuseas e infecciones.
Los resultados obtenidos por este estudio revelaron que los pacientes con análisis de sangre positivos para ADNtc después de la cirugía tenían un mayor riesgo de recurrencia del cáncer que aquellos que eran negativos para ADNtc. El tratamiento con atezolizumab no mejoró significativamente la supervivencia libre de enfermedad (SSE) o la supervivencia general (SG) en toda la población del estudio; sin embargo, en el subgrupo de pacientes con ADNtc positivo evaluados en este estudio, el tratamiento con atezolizumab en comparación con la observación sola mejoró significativamente la SSE y la SG. Los resultados en los pacientes que fueron negativos al ADNtc no parecieron diferir si recibieron atezolizumab o no.
El primer autor, el Dr. Tom Powles, profesor de oncología genitourinaria en la Universidad Reina María de Londres, dijo: “Estos nuevos hallazgos demuestran que el ADNtc es un marcador de enfermedad residual y la respuesta al atezolizumab. También encontramos que la medición del ADNtc es más exacta que la radiología tradicional en identificar la recaída de la enfermedad. Estos hallazgos pueden cambiar nuestra comprensión de la atención posquirúrgica del cáncer y, si se validan en este entorno, así como en todos los tipos de tumores, también pueden cambiar la práctica clínica”.
El estudio fue publicado en la edición digital del 16 de junio de 2021 de la revista Nature.
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Universidad Reina María de Londres