Bolsas plásticas podrían reemplazar cajas de Petri
Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 11 Jan 2012
Las bolsas de plástico selladas se pueden modificar a la presión atmosférica para que las células humanas se puedan adherir y reproducir en sus paredes.Actualizado el 11 Jan 2012
Los médicos están utilizando cada vez más células vivas en sus tratamientos como en las transfusiones de sangre y trasplantes de médula ósea, así como en las terapias con células madre y después de las quemaduras graves.
Científicos del Instituto Fraunhofer de Ingeniería de Superficies y Películas Delgadas (Braunschweig, Alemania) colaboraron con otras instituciones, para cultivar las células en bolsas de plástico selladas, estériles, donde la superficie interior de las bolsas tiene que ser modificada para que ofrezcan a las células buenas condiciones para la supervivencia. Las nuevas bolsas facilitan el manejo estéril de los cultivos celulares.
Cuando se utiliza la nueva tecnología con su sistema de bolsas selladas, las células migran directamente a la bolsa a través de una aguja de inyección, o los sistemas de tubos conectados, sin tener contacto con su entorno. El interior estéril de las bolsas contiene medio nutritivo y aire libre de gérmenes o un gas adecuado, que se ha añadido previamente. Incluso durante el período de cultivo, los contenedores no tienen que ser abiertos, y al final, las células se pueden retirar, de nuevo, usando la aguja de la inyección.
Si las bolsas cuentan con una estructura tridimensional, las células podrían adherirse a ella y crear piel artificial, nervios, cartílago o hueso, lo que podría ser utilizado para hacer prótesis para los pacientes. En colaboración con la Universidad de Tübingen (Alemania www.uni-tuebingen.de), los científicos locales planean aislar ciertas células madre a partir de muestras de tejido e investigar en cuáles de las superficies de plástico nuevas se podrían convertir en hueso o cartílago.
Kristina Lachmann, PhD, una asistente científica en el Instituto Fraunhofer, explicó: “Llenamos las bolsas con una mezcla de gases específicos, y aplicamos un voltaje eléctrico. Dentro de ellas, por un breve período, se crea plasma, es decir, un gas ionizado luminiscentes, que altera químicamente la superficie de plástico”. Durante este proceso, la bolsa queda estéril ya que los plasmas también tienen una acción desinfectante. La ventaja del proceso es que opera a presión atmosférica y es, por lo tanto, rentable, rápido y flexible.
Enlaces relacionados:
Fraunhofer Institute for Surface Engineering and Thin Films
University of Tübingen