Unos biomarcadores de inflamación fueron identificados como de riesgo para la polineuropatía

Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 12 Sep 2018
La polineuropatía es una de las complicaciones más comunes en las personas con diabetes. Los primeros síntomas a menudo son sensaciones de hormigueo en los pies. Aunque la polineuropatía está presente en aproximadamente el 30% de las personas con diabetes, a menudo permanece sin diagnosticar.

A pesar de que muchos pacientes padecen polineuropatía, actualmente se conoce relativamente poco sobre su desarrollo, lo que también limita las opciones terapéuticas. Se sabe que los procesos inflamatorios contribuyen a otras complicaciones diabéticas, como el ataque cardíaco o los accidentes cerebrovasculares.

Imagen: un diagrama de la tecnología de ensayo de extensión de proximidad (Fotografía cortesía de Olink).

Un equipo de científicos dirigidos por el Centro Alemán para la Investigación de la Diabetes (Neuherberg, Alemania) evaluó las asociaciones entre los biomarcadores que reflejan múltiples aspectos de la activación inmune y la polineuropatía sensitivomotora distal (DSPN). El estudio se basó en 127 casos con DSPN incidental y 386 pacientes que no la presentaban de la Investigación de Salud Cooperativa (Cooperative Health Research) basada en la población, de la Región de Augsburgo (KORA), en la cohorte F4/FF4 (seguimiento de 6,5 años).

Los niveles séricos de biomarcadores de inflamación se midieron usando la tecnología de ensayo de extensión de proximidad. Veintiséis de 71 biomarcadores se asociaron con la DSPN incidental. Después del ajuste para múltiples pruebas, los niveles más altos de seis biomarcadores permanecieron relacionados con la DSPN incidental. Tres de estas proteínas (MCP-3/CCL7, MIG/CXCL9, IP-10/CXCL10) eran quimioquinas, mientras que las otras tres (DRNA, CD40, TNFRSF9) eran formas solubles de receptores transmembrana.

Las quimioquinas mostraron efectos neurotóxicos en un modelo de cultivo celular, lo que indica su participación en el desarrollo de la neuropatía. Cuando se agregaron los datos de estos seis biomarcadores a un modelo de riesgo clínico, la calidad predictiva del modelo mejoró de manera significativa. Otros análisis de las vías indicaron que era probable que los diferentes tipos de células de inmunidad innata y adaptativa participaran en el desarrollo de la DSPN. En general, por lo tanto, el estudio ha sido capaz de revelar asociaciones novedosas entre los biomarcadores de la inflamación y el riesgo de desarrollar polineuropatía y proporciona evidencia nueva que sugiere una interacción compleja de la inmunidad innata y adaptativa en el desarrollo de esta complicación.

Los autores concluyeron que el estudio mejora de manera significativa la comprensión del papel de los procesos inflamatorios en el desarrollo de la polineuropatía sensorial distal en los ancianos con y sin diabetes tipo 2. Los principales hallazgos ahora deben ser replicados en otras cohortes. Además de las investigaciones bioquímicas, las investigaciones de las células inmunes también son importantes. El objetivo a largo plazo de este trabajo es aclarar si la modulación de los procesos inflamatorios puede complementar las opciones para la prevención y el tratamiento de la polineuropatía sensorial distal y cómo.

Christian Herder, MD, profesor y autor principal del estudio, dijo: “En nuestro estudio, identificamos nuevos biomarcadores que indican el riesgo de polineuropatía. Por primera vez, también pudimos encontrar indicios de que, además del sistema inmune innato, el sistema inmune adaptativo podría estar involucrado en el desarrollo de la enfermedad”. El estudio fue publicado en la edición de septiembre de 2018 de la revista Diabetes.

Enlace relacionado:
Centro Alemán para la Investigación de la Diabetes


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