Aumento del contenido de triglicéridos y lipoproteína lipasa del plasma
Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 27 Feb 2017
Actualizado el 27 Feb 2017
Los triglicéridos plasmáticos sin ayuno (TG) reflejan un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) que los triglicéridos plasmáticos en en ayunas y este aumento postprandial de los triglicéridos es la forma más común de hiperlipidemia que se asocia con un aumento de las lipoproteínas remanentes (RLP) como un factor de riesgo de ECV.
Se ha informado que la concentración de TG en ayunas no es un factor de riesgo cardiovascular independiente, mientras que el RLP-colesterol (RLP-C) si es un factor de riesgo independiente en el plasma en ayunas en las mujeres. Por lo tanto, es necesario investigar la diferencia entre los triglicéridos en ayunas y postprandiales y el RLP.
Un equipo internacional de científicos que trabajan con los de la Facultad de Medicina de la Universidad de Gunma (Maebashi, Japón), reclutó a 54 voluntarios (30 varones y 24 mujeres, de 28 a 63 años) sin evidencia de ECV, diabetes u otra enfermedad crónica, para una prueba de carga oral de grasa. Los TG y los RLP-TG junto con otros lípidos, lipoproteínas y la lipoproteína lipasa (LPL), tanto en ayunas como en plasma postprandial, fueron determinados en voluntarios generalmente sanos y en pacientes con enfermedad coronaria (EAC) después de consumir una carga de grasa o una comida típica más moderada.
Los RLP-C y los RLP-TG fueron determinados mediante un método de inmunoseparación (JIMRO Co., Gunma, Japón) y el colesterol de lipoproteína de baja densidad pequeño y denso (LDL-C) también fue determinado mediante un kit comercial (Denka- Seiken, Tokio, Japón). El equipo encontró que las relaciones RLP-TG/TG (concentración) y la relación RLP-TG/RLP-C (tamaño de partícula), aumentaron significativamente en el plasma postprandial tanto de controles sanos como de los pacientes con EAC en comparación al plasma en ayunas. El aumento de RLP-TG después del consumo de grasa contribuyó a aproximadamente un aumento del 90% de los TG plasmáticos, pero sólo en aproximadamente un aumento del 60% después de una comida típica. La LPL plasmática en plasma postprandial, no se alteró significativamente, después de cada tipo de comida.
Los autores concluyeron que las concentraciones de TG sin ayuno son más fuertes para predecir el riesgo de ECV que los TG en ayunas, debido a la mayor concentración de partículas de RLP de mayor tamaño, expresadas como RLP-TG más altas, junto con una pequeña cantidad de LPL en el plasma postprandial, en comparación con el plasma en ayunas. Por lo tanto, se pueden hacer las mediciones de TG sin que el paciente está en ayunas, tomadas 3 a 6 horas después de la ingesta de alimentos en lugar de la medición directa de RLP-TG, para la evaluación del riesgo de enfermedad cardiovascular. El estudio fue publicado en la edición de febrero de 2017, de la revista Clinica Chimica Acta.