Comparan concentraciones de vitaminas en lágrimas y suero

Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 01 Feb 2017
Los resultados obtenidos durante un estudio reciente sugieren que las lágrimas podrían usarse como muestras para monitorizar la salud nutricional, ya que son fáciles de obtener, reflejan suficientemente los datos en sangre y mejoran la velocidad de los diagnósticos de deficiencia.
 

Imagen: Sólo se necesitan unos pocos microlitros de lágrimas para analizar las vitaminas en ellas (Fotografía cortesía de Sarah Bird, Universidad Tecnológica de Michigan).
Los investigadores de la Universidad Tecnológica de Michigan (Houghton, EUA) obtuvieron muestras concordantes de lágrimas y suero de 15 pares de familias, cada par formado por un bebé de cuatro meses, alimentado con leche de fórmula líquida o leche materna y un padre.
 
Se detectaron varias vitaminas hidrosolubles y liposolubles y se cuantificaron sus niveles por cromatografía líquida/espectrometría de masas. Se compararon las concentraciones de vitamina entre las lágrimas y el suero sanguíneo para los sujetos individuales, entre los lactantes y los padres, y contra la ingesta dietética auto-informada.
 
Los investigadores informaron que las vitaminas solubles en agua B1, B2, B3 (nicotinamida), B5, B9 y la vitamina E soluble en grasa (alfa-tocoferol) pudieron ser detectadas, de manera rutinaria, en las lágrimas y el suero sanguíneo mientras que la vitamina A liposoluble (retinol) sólo se pudo detectar en el suero sanguíneo. Las concentraciones de vitaminas hidrosolubles, medidas en las lágrimas y el suero sanguíneo de los sujetos individuales eran comparables, aunque se midieron concentraciones más altas en los recién nacidos en comparación con sus padres.
 
Se encontraron correlaciones positivas fuertes entre las concentraciones en las lágrimas y el suero sanguíneo de la vitamina E, de los lactantes y padres y de las concentraciones de vitamina B3 de los padres, mientras que se detectaron correlaciones ligeramente positivas para los lactantes B3 y las concentraciones de B1 y de B2 y vitamina E de los padres. Se encontraron correlaciones más fuertes, para las vitaminas, entre los lactantes y los padres para las concentraciones de B1, B2, B3 y E en las lágrimas, y las concentraciones de B2, A y E en el suero sanguíneo. También se encontraron correlaciones de concentración de vitamina más fuertes entre los recién nacidos y los padres para los bebés que fueron alimentados con leche materna, mientras que no se observó diferencia significativa entre los lactantes alimentados con leche materna y aquellos alimentados con biberón.
 
“Nuestra meta era buscar la viabilidad de establecer unidades mensurables de lágrimas para las evaluaciones nutricionales”, dijo la primera autora, la Dra. Maryam Khaksari, especialista en investigación de espectrometría de masas en la Universidad Tecnológica de Michigan. “Su cuerpo no puede fabricar vitaminas, y las vitaminas reflejan las fuentes de alimentos disponibles en su cuerpo, lo cual las convierte en buenos indicadores de la salud nutricional. Puesto que las lágrimas contienen vitaminas, podrían tener potencial real para reemplazar otras pruebas clínicas”.
 
El estudio fue publicado en la edición digital, de diciembre 23, 2016, de la revista Experimental Eye Research.
 
 
 

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