Análisis de sangre ampliamente disponibles mejoran sensibilidad diagnóstica de infecciones por hongos
Actualizado el 24 Sep 2023
Las infecciones fúngicas invasivas (IFI) están aumentando y son especialmente peligrosas para las personas inmunodeprimidas, ya que causan una alta morbilidad y mortalidad. Diagnosticar estas infecciones de manera oportuna y precisa es difícil, en gran parte porque el método actual (que utiliza biopsias por punción para cultivo de tejido e histología) produce resultados poco confiables con solo una tasa de coincidencia de alrededor del 10 %. Ahora, un nuevo estudio ha descubierto que el uso de pruebas más nuevas puede mejorar el diagnóstico de esta afección urgente.
En el estudio, investigadores de la Universidad Thomas Jefferson (Filadelfia, PA, EUA) encontraron que dos análisis de sangre con marcadores séricos comúnmente disponibles, galactomanano y 1,2-beta-D-glucano, eran capaces de mejorar la sensibilidad diagnóstica en casos de IFI. La primera prueba, el galactomanano (GM) sérico, es un antígeno polisacárido presente específicamente en las paredes celulares de los hongos Aspergillus . Según el estudio, esta prueba es eficaz para diagnosticar la aspergilosis invasiva, mostrando un rango de sensibilidad del 63 % al 78 % y un rango de especificidad del 85 % al 93 %. Una ventaja única del GM es su capacidad para distinguir entre aspergilosis y mucormicosis. Sin embargo, los investigadores han advertido que la sensibilidad de la prueba puede disminuir si el paciente ya está recibiendo terapia antimicótica sistémica, particularmente agentes activos contra el moho.
La segunda prueba, el 1,2-beta-D-glucano (BDG), es un componente que se encuentra en las paredes celulares de una variedad de hongos, incluidos Candida , Aspergillus y Pneumocystis jirovecii . Como muchos hongos contienen BDG, la prueba es más útil para identificar ampliamente la presencia de etiología fúngica que para agentes causantes específicos. Metanálisis anteriores han demostrado que BDG puede distinguir entre IFI probables e improbables con una sensibilidad del 77 % y una especificidad del 85 %. Sin embargo, los dermatólogos deben ser conscientes de que esta prueba puede arrojar falsos positivos, ya que no diferencia entre varias especies de hongos. Por lo tanto, el estudio sugiere que puede no ser adecuada para pacientes con baja probabilidad de tener una IFI. Los investigadores han recomendado que los dermatólogos utilicen estos análisis de sangre junto con la histopatología y los cultivos tradicionales para mejorar la sensibilidad del diagnóstico.
"Un GM y un BDG doblemente negativos pueden reducir la probabilidad de una IFI y alentar a los proveedores a buscar diagnósticos alternativos", afirmaron los investigadores.
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Universidad Thomas Jefferson