Prueba en sangre mide la efectividad de los tratamientos agresivos para el cáncer

Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 03 Jun 2019
Los análisis de sangre que rastrean la cantidad de ADN tumoral pueden, después de solo un mes de terapia con medicamentos, detectar qué tan bien funciona el tratamiento en pacientes con cáncer de piel. En los EUA, se espera que más de 7.200 individuos mueran de melanoma metastásico en 2019, y las mutaciones BRAF desempeñan un papel en casi la mitad de estos diagnósticos.

Un estudio reciente aprovecha la naturaleza de las células cancerosas, que mueren y son reemplazadas por nuevas células continuamente como parte del crecimiento agresivo del cáncer. Las células tumorales explotan a medida que mueren, derramando su ADN en el torrente sanguíneo, donde se puede medir mediante pruebas, permitiendo un mejor diagnóstico y una mejor orientación del tratamiento en función del ADN de cada tumor individual.

Imagen: Un ganglio linfático con reemplazo casi completo por un melanoma metastásico. El pigmento marrón es el depósito focal de la melanina (Fotografía cortesía de Gabriel Caponetti, MD).

Un equipo de científicos dirigido por la Facultad de Medicina de la NYU (Nueva York, Nueva York, EUA) analizó muestras de sangre de 345 pacientes masculinos y femeninos con melanoma en estadio III o IV, que ya se había diseminado desde la piel a otros órganos, y que tenía mutaciones BRAF. Estos pacientes no pudieron ser tratados quirúrgicamente y formaron parte de un grupo más grande de pacientes que participaron en un ensayo clínico de los fármacos dabrafenib y trametinib, diseñados para atacar los cánceres mutados por BRAF. La prueba de ADN tumoral circulante (ctADN) fue desarrollada por Bio-Rad Laboratories (Hércules, CA, EUA).

Entre los hallazgos clave del estudio está que la mutación BRAF del tumor se pudo detectar mediante el nuevo análisis de sangre en el 93% de los pacientes antes de que comenzara el tratamiento. Además, el equipo encontró que los niveles de ctADN con BRAF ya no eran detectables después de un mes de tratamiento en el 40% de los pacientes que tuvieron un resultado clínico positivo después del tratamiento dirigido, según lo medido por un tiempo de supervivencia promedio de 28 meses. En contraste, el 60% de los pacientes que no respondieron también tenían niveles detectables de ctADN y sobrevivieron un promedio de solo 14 meses.

David Polsky, MD, PhD, profesor de dermatología e investigador principal del estudio, dijo: “Nuestro estudio ofrece pruebas firmes de que el seguimiento de esta información genética puede ser útil para identificar a los pacientes cuyos cánceres se reducen y que sobreviven más tiempo como resultado de un régimen de medicamentos en particular”. Si las pruebas adicionales son exitosas, la monitorización de las muestras de sangre para BRAF podría darnos una indicación temprana de si debemos o no ajustar el plan de tratamiento de un paciente. El estudio se presentó en el congreso anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica, que se llevó a cabo del 31 de mayo al 4 de junio de 2019 en Chicago, IL, EUA.

Enlace relacionado:
Facultad de Medicina de la NYU
Bio-Rad Laboratories



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