Una prueba genética ayuda a los pacientes a evitar la cirugía de tiroides innecesaria
Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 26 Nov 2018
Se ha desarrollado una prueba genética que puede ayudar a evitar una cirugía diagnóstica costosa que consiste en extirpar uno o ambos lóbulos de la glándula tiroides, diferenciando, de manera confiable, entre los nódulos tiroideos benignos y los cancerosos utilizando una muestra muy pequeña de células.Actualizado el 26 Nov 2018
Los nódulos tiroideos son comunes, y aproximadamente a 600.000 pacientes con nódulos les practican una biopsia por aspiración con aguja fina (BACAF) cada año, en las que las células se extraen del nódulo y se examinan para determinar si son benignas o cancerosas. Si bien la prueba de biopsia es en la mayoría de las veces exacta, devuelve un hallazgo indeterminado en aproximadamente uno de cada cuatro a cinco casos, lo que obliga a los pacientes a que les repitan la BACAF o les practiquen una cirugía de diagnóstico en la que al menos la mitad de la tiroides de los pacientes se extrae para una evaluación adicional.
Un gran equipo de científicos que colaboran con la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh (Pittsburgh, PA, EUA) realizó un estudio de cohorte prospectivo y reclutaron a 782 pacientes con 1.013 nódulos tiroideos clínicamente evaluados en 10 sitios, nueve en los EUA y uno en Singapur, entre enero de 2015 y diciembre de 2016. Se recogieron muestras de aspiración con aguja fina (ACAF) para el análisis molecular, ya sea enjuagando el material residual de la aguja de aspiración de todas las pasadas o recolectando una pasada especial en un tubo con una solución conservante.
El equipo utilizó el ThyroSeq v3 Genomic Classifier (GC) (ThyroSeq, Oakland, PA, EUA), que es una prueba de secuenciación de próxima generación, dirigida a interrogar regiones seleccionadas de 112 genes relacionados con el cáncer de tiroides para mutaciones, inserciones/deleciones puntuales, fusiones de genes, alteraciones del número de copias o alteraciones de la expresión génica. El diseño de la prueba permite diagnosticar todos los tipos de cáncer de tiroides, incluido el cáncer de células de Hurthle, así como el carcinoma medular y las lesiones paratiroideas. El clasificador genómico se aplicó para asignar un valor a cada alteración genética detectada según la fuerza de asociación con la malignidad: 0 (sin asociación con cáncer), 1 (baja probabilidad de cáncer) o 2 (alta probabilidad de cáncer).
El equipo informó que de los 286 nódulos citológicos indeterminados, 206 (72%) eran neoplasias foliculares tiroideas benignas, 69 (24%) malignas y 11 (4%) no invasivas con núcleos similares a papilares (NIFTP). Un total de 257 (90%) nódulos (154 Bethesda III, 93 Bethesda IV y 10 Bethesda V) tuvieron un análisis informativo de GC, con 61% clasificados como negativos y 39% como positivos. En los nódulos de Bethesda III y IV combinados, la prueba demostró una sensibilidad del 94% y una especificidad del 82%. La tasa de falsos negativos observada del 3% fue similar a la de la citología benigna, y los cánceres pasados por altos fueron todos tumores de bajo riesgo. Entre los nódulos que dieron resultados positivos, los grupos específicos de alteraciones genéticas tenían probabilidades de cáncer que variaban del 59% al 100%.
David Steward, MD, profesor de otorrinolaringología y primer autor del estudio, dijo: “Más allá de simplemente diferenciar los nódulos benignos y malignos, el estudio muestra que la prueba ThyroSeq también proporciona un perfil genético detallado de los nódulos positivos. Como se sabe que el cáncer de tiroides progresa de manera diferente según la mutación que está involucrada, ThyroSeq permite potencialmente a los médicos emplear un enfoque de medicina de precisión, modificando el tratamiento para cada paciente con base en las mutaciones que se encuentran presentes”. El estudio se publicó el 8 de noviembre de 2018 en la revista JAMA Oncology.
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Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh
ThyroSeq