Identifican proteína como nuevo objetivo para cáncer de colon
Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 16 Aug 2018
El cáncer colorrectal (CCR) es el tercer cáncer más comúnmente diagnosticado y la tercera causa de muerte relacionada con el cáncer en hombres y mujeres en los EUA. Los mediadores patogénicos que regulan la tumorogénesis del CCR son biomarcadores deseables para predecir el pronóstico, la recurrencia de la enfermedad y la respuesta al tratamiento para mejorar el manejo de los pacientes con CCR.Actualizado el 16 Aug 2018
El tratamiento del CCR se vuelve cada vez más personalizado, guiado por una combinación de las características clínicas, tumorales y moleculares de un individuo. El proto-oncogen β-catenina promueve la tumorogénesis del cáncer colorrectal (CCR). El linfoma de linaje B de Casitas (c-Cbl) inhibe el crecimiento tumoral del CCR atacando a la β-catenina nuclear mediante un mecanismo poco conocido. Además, el papel de c-Cbl en el CCR humano sigue siendo en gran parte subexplorado.
Científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston (Boston, MA, EUA) evaluaron en un estudio de cohorte observacional retrospectivo, de un solo centro, a 72 pacientes con CCR en estadio IV que tenían muestras de tejido tumoral disponibles para análisis y que fueron tratados entre el 1 de enero de 2004 y el 31 de diciembre de 2014. El equipo obtuvo cortes sin teñir, de 6 μm, incluidos en parafina, que habían sido procesados y examinados. Se desarrolló una línea de producción personalizada de segmentación de imágenes basada en color para calcular las cantidades de expresión de c-Cbl en muestras de CCR humanas.
Los científicos utilizaron en su estudio la inmunotransferencia, el cultivo celular, los anticuerpos, un ensayo de angiogénesis in vitro, un ensayo de ubiquitinación, un análisis del factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF), un enzimoinmunoensayo y un ensayo de formación de esferoides. Se usó el minikit RNeasy (Qiagen, Hilden, Alemania) para extraer el ARN total de las células HT-29 que expresaban diversos constructos. Los investigadores utilizaron el kit de transcripción reversa Qiagen Sensiscript seguido de RT-PCR utilizando cebadores AXIN2, MYC y VEGF humanos previamente validados y SYBRgreen (Applied Biosystems, Foster City, CA, EUA).
El equipo utilizó la novedosa técnica histopatológica cuantitativa para demostrar que los pacientes con tumores que expresaban c-Cbl tenían una mediana de supervivencia significativamente mejor (3,7 años) en comparación con los tumores con expresión baja de c-Cbl (1,8 años) y tenían una probabilidad de más del doble de estar vivos a los tres años en comparación con los tumores c-Cbl bajos. También demostraron que la regulación c-Cbl de la β-catenina nuclear requiere la fosforilación de c-Cbl Tyr371 porque su mutación compromete su capacidad para atacar la β-catenina. El mutante de tirosina 371 (Y371H) interactuó pero no logró ubiquitinar la beta-catenina nuclear. La localización nuclear del mutante c-Cbl-Y371H contribuyó a su efecto negativo dominante sobre la β-catenina nuclear.
Los autores concluyeron que la asociación de los niveles tumorales de c-Cbl y la supervivencia global de los pacientes con CCR metastásico fortalece el papel de c-Cbl como un regulador negativo del crecimiento del CCR. Estos hallazgos muestran la señalización de Wnt/β-catenina como posible mediador en sentido descendente de los efectos de la mutación de CBL en c.1111T> C (p.371Y> H) y validan las características moleculares de c-Cbl, que son fundamentales para su efecto sobre la β-catenina nuclear. El estudio fue publicado el 17 de julio de 2018 en la revista American Journal of Pathology.