Virus de Epstein-Barr aumenta riesgo de EM

Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 12 Oct 2017
Si bien infectarse a una edad temprana con el virus de Epstein-Barr generalmente causa pocos o ningún síntoma, la exposición tardía en la adolescencia o en la edad adulta puede causar mononucleosis infecciosa con síntomas que pueden ser muy graves.

Los caucásicos, hispanos y afroamericanos que han tenido mononucleosis infecciosa, comúnmente conocida como mono, una enfermedad causada por el virus de Epstein-Barr, pueden tener un mayor riesgo de esclerosis múltiple (EM). El riesgo de EM para los que tuvieron mono es mayor que para los que no la tuvieron, independientemente de otros factores que pudieran afectar el riesgo de EM, como el sexo, la edad, el tabaquismo y los ancestros genéticos.

Imagen: Una microfotografía electrónica de barrido (SEM) del virus de Epstein-Barr que brota de una célula B (Fotografía cortesía del Foro de Descubrimiento de la Esclerosis Múltiple).

Un equipo de científicos que trabajan con los de Kaiser Permanente en el Sur de California (Pasadena, CA, EUA) reclutó a 1.090 afroamericanos, hispanos y blancos, durante un período de tres años y distribuyó a cada grupo para que tuviera un equilibrio cercano en el número de personas sanas y de personas con EM o su precursor, llamado síndrome clínicamente aislado. A los participantes les realizaron exámenes de sangre para detectar el anticuerpo del virus de Epstein-Barr y se les preguntó si alguna vez se habían enfermado de mono. En el estudio se incluyeron casos de EM o de su precursor, el síndrome clínicamente aislado (CIS) y se incluyeron controles pareados (afroamericanos, 111 casos/128 controles, hispanos, 173/187, blancos, 235/256).

La seropositividad del antígeno nuclear 1 del virus de Epstein-Barr (EBNA-1) se asoció independientemente con un aumento de las probabilidades de EM/CIS en los tres grupos raciales/étnicos. Por el contrario, la seropositividad por citomegalovirus (CMV) se asoció con un menor riesgo de EM/CIS en los hispanos, pero no en los negros o blancos. Entre los afroamericanos, 12/111 (11%) de las personas con EM, se habían enfermado de mono en el pasado, en comparación con 4/128 personas que no tuvieron EM, (3%). Para los hispanos, 13/173 personas (8%) con EM, tuvieron mono en el pasado, comparado con 3/187 personas (2%) sin EM. Entre los blancos, 48/235 (20%) personas con EM, tuvieron mono en el pasado, en comparación con 30/256 personas (12%), de los que no tuvieron la enfermedad.

Los autores concluyeron que la consistencia de la seropositividad de EBNA-1 con la EM entre grupos raciales/étnicos y entre los estudios apunta a un fuerte vínculo biológico entre la infección por EBV y el riesgo de EM. La asociación entre la infección por CMV pasada y el riesgo de EM le da apoyo a la hipótesis de una higiene más amplia, pero la inconsistencia de esta asociación entre grupos raciales/étnicos implica asociaciones no causales.

Annette Langer-Gould, MD, PhD, autora principal del estudio, dijo: “Aunque muchas personas tenían anticuerpos contra el virus de Epstein-Barr en su sangre, encontramos entre los tres grupos, que las personas que también desarrollaron mono en su adolescencia o más tarde tenían un mayor riesgo de EM. Esto implica que retrasar la infección por el virus de Epstein-Barr en la adolescencia o la edad adulta puede ser un factor de riesgo crítico para la EM”. El estudio fue publicado el 30 de agosto de 2017 en la revista Neurology.


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