Mutaciones relacionadas con supervivencia de carcinoma positivo de VPH
Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 19 Apr 2017
Los investigadores del cáncer analizaron los datos del carcinoma escamocelular de cabeza y cuello (HNSCC) del Atlas del Genoma del Cáncer para identificar las características moleculares del virus del papiloma humano (HPV) + HNSCC y correlacionarlos con los resultados de los pacientes.Actualizado el 19 Apr 2017
El Atlas del Genoma del Cáncer es un proyecto iniciado en 2005 que utiliza la secuenciación del genoma y la bioinformática para catalogar las mutaciones genéticas responsables del cáncer. Los investigadores del Centro de Cáncer de Yale (Nueva Haven, CT, EUA), analizaron los datos de HNSCC del Atlas del Genoma del Cáncer para identificar las características moleculares que se correlacionan con los resultados y el estado de integración del genoma del VPH.
Los investigadores informaron que habían logrado identificar un subconjunto de HNSCC, positivos para el VPH, con mutaciones en los genes TRAF3 (factor 3 asociado al receptor del factor de necrosis tumoral) y CYLD (cilindromatosis lisina 63 deubiquitinasa). Los defectos en TRAF3 y CYLD se correlacionaron con la activación del factor transcripcional kappaB y el estado episomal de VPH de los tumores. Las mutaciones en los genes TRAF3 y CYLD se asociaron con la ausencia de VPH integrado y con una mejor supervivencia del paciente.
“Este es un estudio seminal para los cánceres de cabeza y cuello que sugiere un nuevo método de desarrollo tumoral para el VPH que no se basa en la integración del genoma del VPH, sino que se basa en mutaciones que le permiten a la célula llevar el genoma viral del VPH”, dijo El Dr. Wendell Yarbrough, MD, profesor de cirugía y patología, jefe de la Sección de Otorrinolaringología y director del Programa de Cánceres de Cabeza y Cuello en el Centro de Cáncer de Yale. “Tener marcadores para tumores con supervivencia mejorada nos permitirá identificar aquellos pacientes que pueden ser tratados con terapia menos agresiva para evitar los efectos secundarios a largo plazo, e inversamente, identificará a los pacientes que pueden necesitar una terapia nueva o más agresiva”.
El estudio fue publicado en la edición en línea del 13 de marzo de 2017 de la revista Cancer.