Combinación de dos pruebas reduce drásticamente tasas de fallas en diagnóstico del cáncer

Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 07 Jun 2016
Se recomienda efectuar la prueba de Papanicolaou (Pap) a las mujeres entre 21 y 65 años de edad como prueba para el cribado del cáncer de cuello de cuello uterino. Las mujeres de 30 años o más de edad que dan resultados negativos en las pruebas complementarias pueden esperar hasta cinco años para su siguiente prueba pero, no obstante, los médicos recomiendan que se practiquen exámenes anuales.
 

Imagen: Una microfotografía de un extendido anormal de Papanicolaou que muestra cambios correspondientes al Virus del Papiloma Humano (VPH) y displasia leve. Téngase en cuenta la irregularidad de compensación del citoplasma perinuclear, que es la característica clave para la identificación visual del VPH en la prueba de Papanicolaou (Fotografía cortesía de la Dra. Cynthia D. Booth, MD).
En los últimos años, se han aplicado en la práctica clínica las pruebas para los virus del papiloma humano de alto riesgo (VPHar), las cuales buscan averiguar sobre la presencia y la relevancia de células escamosas atípicas, cuyo significado es indeterminado y se las ha complementado con la citología. Sin embargo, en la actualidad se carece aún de información clínica para la detección primaria con las pruebas para el virus del papiloma humano (VPH) por sí solas.
 
Unos científicos del Hospital Metodista de Houston (Houston, TX, EUA) y sus colegas, revisaron de forma retrospectiva la correlación de las pruebas de citología, histología y VPHar mediante el uso de una base de datos de la garantía de calidad de los laboratorios de citología que contenía 130.648 pruebas de Papanicolaou (Pap) interpretadas en BioReference Laboratories (Houston, TX, EUA) y en el hospital Metodista de Houston desde el 1º de marzo de 2013 hasta el 30 de junio de 2014. Entre las 47.499 pacientes a quienes se les habían realizado conjuntamente la citología y las pruebas para VPH, se les realizaron biopsias de seguimiento a 1.654 de ellas.
 
La sensibilidad de las pruebas de VPHar y de Papanicolaou fue de 80,8 % y 81,2 %, respectivamente, para detectar cualquier tipo de displasia cervicovaginal y de 91,3 % y 90,9 %, respectivamente, para las lesiones cervicovaginales de alto grado. Para los 253 casos de lesiones cervicovaginales de alto grado confirmadas mediante biopsia (neoplasia cervical intraepitelial de grado 2+, adenocarcinoma in situ o carcinoma), las tasas de falsos negativos para las pruebas de VPHar y Papanicolaou fueron de 8,7 % y 9,1%, respectivamente. Cuando se combinaron las pruebas, los equipos encontraron que sólo tres de esos 253 casos tuvieron resultados negativos dobles, tanto para la prueba de Papanicolaou como para la de VPHar. Por lo tanto, la tasa de falsos negativos para las pruebas conjuntas de citología y VPHar, fue de sólo el 1,2%.
 
Dina Mody, MD, directora de citopatología del Hospital Metodista de Houston y coautora del estudio, dijo: “Siempre hemos sabido que ninguna de las pruebas es perfecta y que todas dejan pasar un cierto número de casos, pero no nos dimos cuenta, hasta cuando se analizaron estos datos, de cuán impactante iba a ser la combinación de estas pruebas. Los números me dicen que los especialistas en obstetricia y ginecología deben ofrecer habitualmente las pruebas en conjunto y que las mujeres con edades de 30 años o más necesitan y deben solicitar de forma proactiva estas pruebas conjuntas”. El estudio fue publicado en la edición de mayo de 2016 de la revista Cancer Cytopathology.

Enlaces relacionados:
 
Houston Methodist Hospital

Houston BioReference Laboratories


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