Detectan marcadores del mesotelioma en sangre previo a síntomas
Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 28 Mar 2016
Actualizado el 28 Mar 2016
Una prueba avanzada, de electroforesis bidimensional en gel, ha demostrado la presencia de un biomarcador para el mesotelioma en el suero de individuos, entre cuatro y 10 años antes de la aparición de los síntomas clínicos.
El mesotelioma maligno es una forma rara de cáncer que se desarrolla a partir de células transformadas que se originan en el mesotelio, el revestimiento protector que cubre muchos de los órganos internos del cuerpo. Generalmente es causada por la exposición al amianto. El sitio anatómico más común para el desarrollo del mesotelioma es la pleura (el revestimiento exterior de los pulmones y de la pared torácica interna), pero también puede surgir en el peritoneo (el revestimiento de la cavidad abdominal), el pericardio (el saco que rodea el corazón), o la túnica vaginal (un saco que rodea al testículo). La tasa de supervivencia, a tres años para los pacientes con esta enfermedad es de sólo el 8%, ya que la mayoría de los pacientes son diagnosticados cuando la enfermedad se encuentra en etapa tardía, con opciones terapéuticas limitadas.
Investigadores de la compañía biomédica MorNuCo Inc. (West Lafayette, IN, EUA), utilizaron su prueba patentada, de detección del cáncer, ONCOblot, para determinar la presencia en suero de variantes de la transcripción de proteínas específicas del mesotelioma, la ecto-nicotinamida adenina dinucleótido oxidasa intercambiador disulfuro tiol-2 (ENOX2), un marcador identificado recientemente de malignidad. Las proteínas ENOX se expresan en la superficie celular de los tumores malignos y son detectables en el suero de los pacientes con cáncer.
En el procedimiento ONCOblot, las proteínas ENOX2 son separadas de la mayor parte de la albúmina y otras proteínas del suero por la separación bidimensional, separando inicialmente con isoelectroenfoque y luego una separación en segunda dimensión mediante electroforesis en gel de sodiododecil poliacrilamida. Después de la transferencia de las proteínas a partir de los geles a una membrana de nitrocelulosa, la etapa de detección utiliza un anticuerpo recombinante, patentado, pan-ENOX2 que reacciona de forma cruzada con todas las isoformas conocidas de ENOX2 de origen humano. La presencia de cualquier proteína ENOX2 es reconocida como manchas oscuras sobre un fondo claro. Los resultados del ensayo revelan un patrón de proteínas ENOX2 en el suero de un paciente. Esto sirve no sólo como un indicador molecular de la presencia de cáncer, sino que identifica con precisión el tejido de origen del cáncer.
En el estudio actual, se recolectaron muestras de suero secuenciales de los individuos expuestos al asbesto, anteriores al desarrollo de mesotelioma franco, las cuales fueron analizadas para la presencia ENOX2 por análisis de inmunotransferencia en gel, en dos dimensiones, con el fin de determinar con cuánto tiempo de anticipación de los síntomas clínicos se pueden detectar las variantes ENOX2 de transcripción, específicas del mesotelioma.
Los resultados revelaron que se detectaron dos variantes de la transcripción de las proteínas ENOX2-mesotelioma específicas, en el suero de individuos expuestos al asbesto, entre cuatro a 10 años antes del diagnóstico clínico de mesotelioma maligno (un promedio de 6,2 años). Ya sea una o ambas proteínas ENOX2 de las variantes transcripción indicativas del mesotelioma maligno, estaban ausentes en 14 de 15 individuos diagnosticados con placas pleurales benignas, ya sea con o sin acompañamiento de la asbestosis.
“La realización de este ensayo es un nuevo capítulo emocionante para nuestro trabajo”, dijo Nick Miner, vicepresidente de desarrollo de negocios en MorNuCo Inc. “A pesar de que el mesotelioma inducido por el amianto es un ejemplo muy específico de la detección temprana, estamos llevando a cabo actualmente más ensayos clínicos a gran escala para investigar la utilidad del marcador de proteína ENOX2 para predecir la aparición de cánceres originados en otros tejidos, también”.
El estudio ONCOblot fue publicado en la edición digital del 22 de enero de 2016, de la revista Clinical Proteomics.
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