Nuevos marcadores podrían predecir riesgo de infección grave por clamidia
Actualizado el 17 Aug 2025
Chlamydia trachomatis es una infección de transmisión sexual común que puede causar enfermedad inflamatoria pélvica, infertilidad y otras complicaciones reproductivas cuando se propaga al tracto genital superior. Actualmente, su ascenso al útero y al endometrio solo puede confirmarse mediante una biopsia endometrial invasiva. Investigadores han identificado marcadores biológicos que podrían allanar el camino para nuevos diagnósticos que puedan predecir el riesgo de una mujer de sufrir una infección grave sin necesidad de dichos procedimientos.
Un equipo colaborativo de la Universidad Estatal de Carolina del Norte (Raleigh, Carolina del Norte, EUA) y la Facultad de Medicina de la UNC (Chapel Hill, Carolina del Norte, EUA) analizó muestras del microbioma cervicovaginal (MCV) de 246 mujeres de una cohorte de alto riesgo de clamidia. Mediante la secuenciación de amplicones de alto rendimiento basada en el gen del ARN ribosómico 16S (ARNr), etiquetaron y cuantificaron las bacterias presentes en las muestras. Las participantes se clasificaron en tres grupos: CT negativo, CT positivo y CT ascendido, para evaluar las diferencias en la composición del microbioma.
El análisis de secuenciación reveló que concentraciones elevadas de ciertas especies bacterianas, como Haemophilus haemolyticus, Sutterella stercoricanis y Actinobaculum massiliense, predecían infecciones ascendentes. Estos microbios también se correlacionaron con siete citocinas previamente vinculadas a la propagación de la clamidia. Cabe destacar que el estudio halló que la carga bacteriana de la clamidia en sí misma era el predictor más sólido de la ascensión.
Los hallazgos, publicados en Infection and Immunity, indican que perfiles microbianos e inmunitarios específicos podrían convertirse en biomarcadores para identificar a las mujeres con alto riesgo de infección del tracto genital superior. Este diagnóstico podría permitir una intervención temprana, lo que podría prevenir consecuencias reproductivas graves. Los estudios futuros se centrarán en comprender cómo estos microbios influyen en la respuesta inmunitaria para controlar los niveles de clamidia y la progresión de la enfermedad.
Sabíamos que algunas especies bacterianas aumentan la susceptibilidad de las mujeres a la infección por clamidia, mientras que bacterias beneficiosas como los lactobacilos parecen dificultar la infección, afirmó Catherine O'Connell, profesora de pediatría de la Facultad de Medicina de la UNC y codirectora del proyecto. "Este trabajo demuestra que otras bacterias presentes podrían mantener la inmunidad del huésped alerta y reactiva, lo que dificulta la proliferación de clamidia infecciosa. Demuestra que existe la posibilidad de desarrollar biomarcadores para identificar a las mujeres con alto riesgo de presentar clamidia ascendente".