Bacteria C. Difficile se adaptó a diseminarse en los hospitales

Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 04 Sep 2019
La bacteria, Clostridioides difficile, también conocida como Clostridium difficile, puede infectar el intestino y es la causa principal de diarrea asociada a antibióticos en todo el mundo. Mientras que alguien está sano y no toma antibióticos, millones de bacterias “buenas” en el intestino mantienen a C. difficile bajo control.

Sin embargo, los antibióticos eliminan las bacterias intestinales normales, dejando al paciente vulnerable a la infección por C. difficile en el intestino. Esta infección es difícil de tratar y puede causar inflamación intestinal y diarrea severa. C. difficile, que a menudo se encuentra en entornos hospitalarios, forma esporas resistentes que le permiten permanecer en las superficies y propagarse fácilmente entre las personas, lo que la convierte en una carga importante para el sistema de salud.

Imagen: Se muestra la bacteria que infecta el intestino Clostridium difficile creciendo en una placa de Petri, y evoluciona como dos especies separadas con un grupo altamente adaptado para propagarse en hospitales (Fotografía cortesía de Anne Koerber/LSHTM).

Los científicos del Instituto Wellcome Trust Sanger (Hinxton, Reino Unido) y sus colegas, recolectaron y cultivaron 906 cepas de C. difficile aisladas de humanos, animales como perros, cerdos y caballos, y el medio ambiente. Al secuenciar el ADN de cada cepa y al comparar y analizar todos los genomas, descubrieron que C. difficile evoluciona actualmente como dos especies separadas.

El equipo descubrió que esta especie emergente, llamada C. difficile clado A, constituía aproximadamente el 70% de las muestras de pacientes hospitalizados. Tuvo cambios en los genes que metabolizan azúcares simples, por lo que luego estudiaron C. difficile en ratones y descubrieron que las cepas recientemente emergentes colonizaban mejor a los ratones cuando su dieta se enriquecía con azúcar. También había desarrollado diferencias en los genes involucrados en la formación de esporas, dando una resistencia mucho mayor a los desinfectantes hospitalarios comunes. Estos cambios le permiten propagarse más fácilmente en entornos sanitarios.

Trevor Lawley, PhD, un microbiólogo molecular y autor principal del estudio, dijo: “Nuestro estudio proporciona evidencia basada en el genoma y en el laboratorio de que los estilos de vida humanos pueden conducir a las bacterias a formar nuevas especies para que se puedan propagar de manera más efectiva. Mostramos que las cepas de la bacteria C. difficile continúan evolucionando en respuesta a las dietas modernas y los sistemas de salud y revelamos que centrarse en la dieta y buscar nuevos desinfectantes podría ayudar en la lucha contra estas bacterias”. El estudio fue publicado el 12 de agosto de 2019 en la revista Nature Genetics.

Enlace relacionado:
Instituto Wellcome Trust Sanger


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