Métodos de cultivo para TB determinan recaída y cura

Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 25 Dec 2017
La tuberculosis (TB) mata a más personas que cualquier otra enfermedad infecciosa, y es imperioso encontrar nuevos regímenes de tratamiento. El punto final primario para los ensayos confirmatorios de fase III para los nuevos regímenes este tratamiento es un resultado compuesto que incluye el fracaso del tratamiento bacteriológico y la recaída.
 
Los pacientes en los ensayos clínicos pueden tener cultivos positivos después del final del tratamiento que no necesariamente tienen que indicar una recaída. Se han atribuido dichos positivos postratamiento a la contaminación cruzada de los laboratorios que conduce a un falso positivo o al colapso de una caverna anterior, liberando organismos en el esputo de un paciente que no presenta signos y síntomas de TB y que finalmente se clasificará como un resultado favorable, definido, por lo tanto, como un positivo aislado.
 
Un grupo de científicos que colabora con la Unidad de Ensayos Clínicos del MRC en UCL (Londres, Reino Unido) realizó un ensayo aleatorizado doble ciego controlado con placebo de 1,931 pacientes que se asignaron al azar en sitios en África y Asia y que fueron seguidos durante 18 meses desde la aleatorización. Durante el ensayo, se tomaron muestras de esputo para frotis y cultivo (Löwenstein-Jensen [LJ] y el Tubo Indicador de Crecimiento de Micobacterias [MGIT] en paralelo) semanalmente hasta las 8 semanas durante el tratamiento, mensualmente hasta los 6 meses y cada 3 meses a partir de entonces hasta los 18 meses después de la aleatorización. Se recolectó una muestra de esputo y se inoculó en el medio LJ y en el sistema MGIT.
 
Se tuvo disponibilidad de un total de 12.209 muestras de esputo de 1.652 pacientes; los cultivos eran positivos más a menudo en MGIT que en el medio de LJ. En 1.322 pacientes con un resultado de prueba favorable, 126 (9,5%) tuvieron cultivos que fueron positivos en MGIT en comparación con 34 (2,6%) pacientes con cultivos positivos en LJ. Entre los pacientes con un resultado favorable, la incidencia de positivos aislados en MGIT difirió según el laboratorio del estudio, con un 21,9% de estos provenientes de un laboratorio que solo investigaba al 4,9% de los pacientes. En comparación con los cultivos MGIT negativos, los cultivos MGIT positivos tenían más probabilidades de asociarse con síntomas de TB de mayor grado informados dentro de los siete días a ambos lados de la colección de esputo en pacientes con un resultado primario desfavorable, pero no en los pacientes con un resultado favorable.
 
Los autores concluyeron que el MGIT puede reemplazar al medio LJ en ensayos de fase III de TB, pero existen implicaciones para la definición del resultado primario y el manejo de los pacientes en los ensayos en tales entornos. Lo que es más importante, las metodologías difieren en la incidencia de positivos aislados y en su capacidad para capturar micobacterias no tuberculosas. El estudio hace hincapié en la importancia de un control médico efectivo una vez finalizado el tratamiento y en la consideración de los signos y síntomas clínicos para determinar el fracaso del tratamiento y la recaída. El estudio fue publicado el 24 de noviembre de 2017 en la revista BMC Medicine.
 

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