Prueba para antígeno circulante anódico en orina diagnostica la esquistosomiasis

Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 09 Jun 2015
Un diagnóstico exacto es esencial y debe ser adaptado a la fase específica de un programa de control de la esquistosomiasis y, con este fin, se usan ampliamente métodos parasitológicos para detectar huevos de Schistosoma en heces.

Estos métodos parasitológicos convencionales son insensibles para la detección de infecciones y técnicas de intensidad de luz, por lo que se requieren técnicas con alta sensibilidad y especificidad para un diagnóstico exacto en entornos de baja transmisión y para la verificación de la eliminación.

Imagen: Un huevo de Schistosoma haematobium en un montaje húmedo de concentrados de orina, que muestra la espina terminal característica (Foto cortesía del CDC).

Un equipo internacional de científicos dirigido por aquellos en el Instituto Tropical y Salud Pública de Suiza (Basilea, Suiza), recogió un total de 1.740 muestras de orina, en 2013, de niños en la isla de Pemba (Tanzania). Los niños asistían a escuelas en las que la prevalencia de S. haematobium era menos de 2%, entre 2% y 5%, y entre 5% a 10%, con base en una sola filtración de orina. En el día de la recolección, todas las muestras fueron analizadas para microhematuria con tiras reactivas y para la presencia de huevos de S. haematobium, con microscopía.

El equipo determinó la exactitud de un análisis de antígeno anódico circulante, de flujo lateral, convertidor de fosforescencia en la orina (UCP-LF CAA) en 1.200 muestras, ocho meses más tarde, mientras que las láminas de filtración de orina fueron sometidos a control de calidad (QCUF). En ausencia de un “estándar de oro” verdadero, el desempeño diagnóstico se calculó utilizando el análisis de clases latentes (LCA). Se considera actualmente que la prueba CAA UCP-LF, llamada UCAA2000 muestra el mejor compromiso entre una alta sensibilidad y una aplicabilidad conveniente en el campo.

La prevalencia “empírica” de S. haematobium revelada por la prueba CAA UCP-LF, el QCUF, y las tiras reactivas, fue de 14%, 5% y 4%, respectivamente. El LCA reveló una sensibilidad de la CAA UCP-LF, el QCUF y de las tiras de reactivo de 97%, 86%, y 67%, respectivamente. Las especificidades de prueba fueron consistentemente mayores a 90%. Puesto que el QCUF reveló más individuos infectados por S. haematobium que la microscopía inicial de filtración de orina, sólo se consideraron los resultados QCUF para el cálculo de sensibilidad y especificidad. Hubo una relación significativa entre los niveles en pg/mL de antígeno anódico circulante y los recuentos de huevos de S. haematobium, entre los niveles de CAA en pg/mL y la graduación de microhematuria y entre los recuentos de huevos y la graduación de la microhematuria.

Los autores concluyeron que la UCAA2000 es una herramienta adecuada para la vigilancia a gran escala de la esquistosomiasis urogenital para los programas de control, en entornos de baja endemicidad, dirigidos a la eliminación y para la vigilancia en las áreas que se ha logrado la eliminación. Para la vigilancia en menor escala, incluyendo las pruebas de casos sospechosos en centros de salud públicos remotos sin equipo de laboratorio, una prueba rápida, simple de usar, pero sensible, para los puntos de atención-CAA es altamente deseable. El estudio fue publicado el 14 de mayo de 2015, en la revista Public Library of Science Neglected Tropical Diseases.

Enlace relacionado:
Swiss Tropical and Public Health Institute



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