Biomarcador pronóstico para recaída post quimioterapia en leishmaniasis visceral

Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 02 Dec 2014
El manejo clínico efectivo, la quimioterapia y el control de la transmisión de la leishmaniasis visceral (LV) dependen del diagnóstico precoz dado que sin una quimioterapia efectiva, la LV sintomática es fatal.

El método más sensible y específico para detectar el agente causante de la LV es el examen microscópico de los aspirados de bazo invadido; los aspirados de médula ósea y de los ganglios linfáticos proporcionan una alta especificidad similar pero menor sensibilidad aunque se han desarrollado más diagnósticos, de fácil uso, para los puntos de atención (POC), basados en la detección de anticuerpos.

Imagen: El lector de microplacas MRX II (Fotografía cortesía de Dynex Technologies).

Los científicos de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (Reino Unido) y sus colegas internacionales recogieron muestras de plasma, a partir de 2007, de grupos de pacientes con LV activa, curados, en recaída, post leishmaniasis cutánea kala-azar (LDPK) y asintomáticos de la región endémica del estado de Bihar (noreste de la India) y de individuos control de una región donde la LV no es endémica. Las muestras de suero también fueron recolectadas en 2011 y 2013, a partir de pacientes con LV activa, tratados en recaída, LDPK y controles endémicos en el este de Sudán.

Se realizaron análisis ELISA, específicos, para Leishmania donovani y se determinaron las respuestas de isotipos de la inmunoglobulina G humana (IgG). Las pruebas ELISA fueron leídas a 490 nm en un lector de microplacas Spectra Max 190 (Molecular Devices, Sunnyvale, CA, EUA) y el lector de placas MRX II, (Dynex Technologies, Chantilly, EUA). Se desarrollaron pruebas rápidas de diagnóstico (PDR), inmunocromatográficas, para la IgG1 específica de antígeno de L. donovani que consistieron en un casete con una membrana de nitrocelulosa, una almohadilla de muestra, una almohadilla de conjugado y una almohadilla absorbente, apoyadas con una tira de plástico.

Para los sueros hindúes de LV, consistentes con la vida media conocida de IgG1, los niveles de IgG1 no habían disminuido significativamente en el día 30 después del comienzo del tratamiento, pero se redujeron drásticamente a los seis meses en comparación con el día 0 o el día 15, después del inicio del tratamiento. Del mismo modo, los sueros de Sudán, tomados poco después del tratamiento no mostraron un cambio significativo en los niveles de IgG1. Las dos pruebas prototipo de diagnóstico rápido, inmunocromatográficas, de flujo lateral que se desarrollaron para detectar los niveles de IgG1 tras el tratamiento para la LV mostraron que en más de 80% de los pacientes con LV en recaída, éstos eran IgG1 positivos; mientras que en al menos el 80% de los pacientes con LV curados, eran IgG1 negativos.

Los autores concluyeron que seis meses después del tratamiento de la LV activa, los niveles elevados de IgG1 específica se asociaron con el fracaso del tratamiento y la recaída, mientras que la ausencia de IgG1 o los niveles bajos fueron detectados en los pacientes con LV curados. Se desarrolló una PDR de flujo lateral con éxito para detectar anticuerpos anti-Leishmania IgG1 como un biomarcador potencial de recaída después de la quimioterapia.

Enlaces relacionados:

London School of Hygiene and Tropical Medicine

Molecular Devices

Dynex Technologies



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