Asocian alelos de parásitos a enfermedades neonatales graves

Por el equipo editorial de LabMedica en español
Actualizado el 17 May 2012
Se han identificado cepas del parásito, Toxoplasma gondii que están muy asociadas con nacimientos prematuros y defectos severos de nacimiento.

Se desarrolló una prueba de sangre que detecta la presencia de anticuerpos específicos de cepas para señalar las cepas de T. gondii, que los niños adquieren de sus madres con infección aguda, mientras están en el útero.

Los científicos del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de los EUA (NIAID, Bethesda, MD, EUA) aplicaron la prueba a las muestras de sangre tomadas entre 1981 y 2009, como parte del Estudio Nacional Colaborativo de Toxoplasmosis Congénita en Chicago. Se obtuvieron sueros de 183 madres que transmitieron T. gondii a sus fetos y 151 niños, la mayoría con diagnósticos de enfermedades importantes cuando nacieron.

Los estudios realizados incluyeron la prueba de Sabin-Feldman; análisis ELISA para la inmunoglobulina G (IgG) y la inmunoglobulina M (IgM), en suero materno, análisis de IgM por aglutinación con inmunoabsorción en las muestras de los recién nacidos; ELISA para inmunoglobulina A (IgA) en los sueros de las madres y los niños; pruebas de aglutinación diferencial y ensayos de avidez en muestras maternas. La presencia de anticuerpos específicos de cepa en personas infectadas por parásitos con alelos de tipo II o alelos no-II fue determinada con un ELISA utilizando péptidos polimórficos derivados de dos proteínas de gránulos densos (GRA6 y GRA7) de T. gondii y dos péptidos control acoplados a la hemocianina (Biosource, Camarillo, California, EUA).

Los científicos encontraron evidencia de infecciones por cepas tipo II o no tipo II (NE-II) de manera exclusiva, en 183 de las parejas madre-hijo en el estudio de la toxoplasmosis congénita nacional. Los parásitos NE-II eran más propensos a estar asociados con parto prematuro y los recién nacidos infectados con estas cepas eran más propensos a tener manifestaciones graves de la enfermedad que los lactantes infectados por parásitos de tipo II. Se observaron lesiones oculares graves en 59 de 88 (67%) casos de NE-II, mientras que el daño ocular, estuvo presente en sólo 18 de los 46 (39%) casos de tipo II.

Rima McLeod, MD, de la Universidad de Chicago (Illinois, EUA) y autora principal del estudio, dijo: “En los Estados Unidos, la detección por obstetricia de la infección por Toxoplasma se practica muy raramente. Este nuevo estudio subraya el valor de identificar a todos los pacientes que se beneficiarán del tratamiento y sugiere que la revisión generalizada y el tratamiento de las mujeres embarazadas que están infectadas puede evitar que los niños sufran de daño a los ojos y cerebral debido a la toxoplasmosis congénita”. El estudio fue publicado el 11 de abril de 2012, en la revista “Clinical Infectious Diseases”.

Enlaces relacionados:

US National Institute of Allergy and Infectious Diseases

University of Chicago



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