Análisis sanguíneo podría detectar efectos adversos de inmunoterapia
Actualizado el 23 Dec 2025
Los inhibidores de puntos de control inmunitario han transformado el tratamiento del cáncer, pero también pueden desencadenar graves efectos adversos inmunitarios que dañan órganos sanos y pueden poner en peligro la vida si no se detectan a tiempo. Actualmente, los médicos se basan principalmente en los síntomas para diagnosticar estas toxicidades, que a menudo aparecen solo después de una lesión significativa. Ahora, un nuevo estudio sugiere que un simple análisis de sangre puede revelar daño tisular multiorgánico oculto días o meses antes de que se diagnostiquen clínicamente los efectos secundarios inmunitarios.
En el estudio, dirigido por investigadores del Centro Oncológico Kimmel de Johns Hopkins (Baltimore, MD, EUA), el equipo exploró si el ADN circulante libre de células en sangre podría servir como marcador no invasivo de daño tisular causado por la terapia con inhibidores de puntos de control inmunitario. Este enfoque se basa en el hecho de que diferentes órganos liberan fragmentos de ADN con patrones de metilación únicos cuando las células sufren daño. Al analizar estas firmas epigenéticas, la prueba puede identificar qué órganos están afectados y cuantificar la extensión de la lesión sin necesidad de biopsias ni imágenes.

La investigación se centró en pacientes que recibían inhibidores de puntos de control inmunitario, fármacos que estimulan el sistema inmunitario para atacar tumores, pero que también pueden causar inflamación inmunomediada en órganos como los pulmones, el tracto gastrointestinal, el hígado y la piel. Dado que los eventos adversos inmunitarios pueden afectar a múltiples órganos simultáneamente, una herramienta de monitorización sistémica podría ofrecer una importante ventaja clínica. Se recogieron muestras de sangre antes del tratamiento y entre cuatro y ocho semanas después de su inicio, lo que permitió a los investigadores rastrear el daño tisular a lo largo del tiempo y comparar a los pacientes que desarrollaron toxicidades inmunitarias con los que no.
El estudio incluyó a 14 pacientes con tumores sólidos, seis de los cuales desarrollaron eventos adversos inmunitarios. Los seis pacientes mostraron evidencia de daño tisular multiorgánico, basado en niveles elevados de ADN libre celular específico de tejido, con concentraciones aproximadamente seis veces mayores que en pacientes sin eventos adversos. En tres pacientes, los signos de daño tisular aparecieron entre cuatro y 236 días antes de que los síntomas clínicos condujeran al diagnóstico de un evento adverso inmunitario. Ninguno de los ocho pacientes sin toxicidades documentadas mostró evidencia de daño multiorgánico.
Los hallazgos, publicados en una carta al editor de The New England Journal of Medicine, sugieren que las toxicidades inmunológicas podrían ser más generalizadas de lo que revelan los síntomas clínicos por sí solos. Una prueba de ADN libre de células basada en sangre podría ayudar a los médicos a identificar precozmente a los pacientes en riesgo, monitorizar las lesiones orgánicas en curso e intervenir antes de que se presenten complicaciones graves. Los investigadores señalan que se necesitan ensayos clínicos más amplios para validar el enfoque y aclarar cómo se relacionan los diferentes patrones de daño tisular con las decisiones de tratamiento. De confirmarse, esta estrategia podría convertirse en una herramienta poderosa para mejorar la seguridad de la inmunoterapia contra el cáncer.
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Centro Oncológico Kimmel de Johns Hopkins








