Prueba de líquido cefalorraquídeo predice efecto secundario peligroso del tratamiento del cáncer
Actualizado el 13 Mar 2025
En los últimos años, la inmunoterapia contra el cáncer se ha convertido en un enfoque prometedor que aprovecha el sistema inmunitario del paciente para combatir el cáncer. Una forma de inmunoterapia, llamada terapia con células CAR-T, implica modificaciones genéticas en las células T del paciente para permitirles atacar y destruir las células cancerosas. Si bien este tratamiento ha demostrado ser eficaz, especialmente en cánceres de sangre, no está exento de riesgos. Uno de los efectos secundarios graves asociados con la terapia CAR-T es el síndrome de neurotoxicidad asociada a células efectoras inmunitarias (ICANS), que causa inflamación en el sistema nervioso central. Los síntomas del ICANS varían desde molestias leves como dolores de cabeza y letargo hasta manifestaciones más graves como alteración de la consciencia, convulsiones o incluso hemorragias cerebrales. La incidencia de ICANS después de la terapia CAR-T es alta, estimada en alrededor del 64 %, pero hasta ahora no existía un método fiable para predecir su gravedad. Los investigadores han descubierto un método para predecir este efecto secundario potencialmente mortal antes de que ocurra.
Investigadores de la Universidad de Kyushu (Fukuoka, Japón) analizaron líquido cefalorraquídeo (LCR) obtenido antes del tratamiento para identificar proteínas relacionadas con respuestas inmunitarias dañinas que afectan al sistema nervioso central después de la terapia. Publicado en Leukemia, el estudio podría aumentar la seguridad de la inmunoterapia contra el cáncer al ayudar a los médicos a identificar con antelación a los pacientes de alto riesgo, lo que les permite implementar intervenciones tempranas o incluso prevenir la enfermedad. En este estudio, el equipo analizó muestras de LCR de 29 pacientes con linfoma no Hodgkin de células B antes de que se sometieran a terapia CAR-T. De la cohorte, 11 pacientes desarrollaron ICANS, mientras que 18 no.
El equipo identificó 864 proteínas en todas las muestras de líquido cefalorraquídeo, reduciendo la lista a 46 proteínas que mostraron diferencias significativas en la concentración entre los pacientes que desarrollaron ICANS y los que no. Estas proteínas se convirtieron en biomarcadores potenciales para predecir ICANS. Los investigadores identificaron dos proteínas clave: C1RL, que estaba elevada en pacientes que desarrollaron ICANS, y FUCA2, que tenía niveles más bajos en esos pacientes. Cuando se combinaron, la proporción de estas dos proteínas demostró ser muy precisa para distinguir a los pacientes con alto riesgo de desarrollar ICANS de aquellos con bajo riesgo. Para validar sus hallazgos, el equipo probó el biomarcador C1RL/FUCA2 en un segundo grupo de 10 pacientes sometidos a terapia CAR-T, y en todos los casos, la proporción de proteínas predijo correctamente el riesgo de desarrollar ICANS. Sin embargo, los investigadores señalaron que el pequeño tamaño de la muestra significa que los resultados son preliminares y necesitan mayor validación.
Además de facilitar la detección temprana y el tratamiento oportuno, los investigadores esperan que la identificación de estos biomarcadores permita implementar medidas preventivas antes de iniciar la terapia CAR-T. Por ejemplo, dado que C1RL participa en el sistema del complemento, conocido por desencadenar inflamación y contribuir al ICANS, los pacientes identificados como de alto riesgo podrían recibir tratamiento preventivo con fármacos que inhiben este sistema. Esta prueba predictiva podría conducir a un enfoque más personalizado y seguro para el tratamiento del cáncer. Además, el equipo de investigación planea ampliar su investigación para determinar si estos biomarcadores pueden aplicarse a otros tipos de cáncer de la sangre, además del linfoma no Hodgkin de células B. También están explorando la posibilidad de utilizar fluidos más fáciles de recolectar, como el suero sanguíneo, para encontrar biomarcadores más accesibles para la monitorización del tratamiento.
“La recolección de líquido cefalorraquídeo es un procedimiento invasivo y doloroso, por lo que la mayoría de los hospitales en Japón y otros países no lo realizan de forma rutinaria antes de la terapia CAR-T”, afirmó la Dra. Tomoko Nomiyama, coautora principal y tecnóloga clínica del Hospital Universitario de Kyushu. “Si logramos identificar biomarcadores similares en sangre, nuestra prueba se convertiría en una herramienta mucho más sencilla y accesible para predecir el ICANS”.